Diagnóstico y tratamiento del Asperger

El síndrome de Asperger es un trastorno neurobiológico para el que no hay cura. Como tal es importante diagnosticarlo a temprana edad con el fin de empezar a desarrollar las estrategias que deberán seguir el niño y sus padres para comprenderlo y vivir con él.

Los síntomas que ayudan a detectarlo se presentan en varias áreas, no es necesario que se den todos ellos.

Los niños con Asperger se suelen concentrar en una sola cosa u objeto, ignorando las demás. En lo que respecta al lenguaje su tono tiende a ser monótono, no entienden el sarcasmo o el humor, no reaccionan a los comentarios o emociones de otros y tienen problemas a la hora de establecer contacto visual o entender las señales no verbales.


El síndrome de Asperger provoca aislamiento social muchas veces


Esto influye a la hora de relacionarse con niños de su misma edad lo que se agrava por su incapacidad de responder emocionalmente en las interacciones sociales, tampoco son flexibles en las rutinas y no son capaces de mostrar placer por la felicidad de otros niños.

En algunos casos los niños con Asperger pueden tener retrasos en el desarrollo motor y comportamientos físicos torpes. Puede que aprendan tarde a montar en bicicleta o coger una pelota. Muestran torpeza al caminar o realizar actividades de tipo físico y pueden presentar movimientos repetitivos. Serían los denominados tics que acompañan en muchas ocasiones a este trastorno. También suelen ser niños muy activos a los que se les diagnostica el trastorno de hiperactividad con el déficit de atención (THDA). Se pueden dar síntomas de trastorno obsesivo-compulsivo e incluso cuadros de ansiedad y depresión, esto último ya en la adolescencia y edad adulta.

Para diagnosticar el Asperger no hay un único método utilizado por todos, los médicos se suelen basar en un cuadro de características y comportamientos del niño. Entre ellos estaría el retraimiento, un contacto ocular anormal, la incapacidad gestual, no girarse al escuchar su nombre, la falta de interacción en el juego o el poco interés por sus iguales. Estas tendencias se pueden observar a temprana edad y suelen resultar obvias en torno a los tres años de vida. Establecida la sospecha se realizarán una serie de exámenes, físicos, emocionales y de tipo cognitivo a fin de analizar si hay alguna causa subyacente a este comportamiento.


Tratamiento del síndrome de Asperger


Una vez se ha diagnosticado, comenzará el trabajo con un equipo multidisciplinar compuesto entre otros profesionales por un neurólogo, un psicólogo, un pediatra y un logopeda. No hay una cura definitiva, lo que se emplean son diversos tratamientos y cuanto antes se empiece mejores resultados se lograrán.

Estos tratamientos se basan en enseñar al niño una serie de habilidades a través de sencillos pasos. Se trabaja con psicoterapia para ayudar a los niños con sus emociones, se utiliza también la fisioterapia con el fin de mejorar su desarrollo motor, se trabajan en grupos las interacciones sociales y se utiliza la terapia del lenguaje para ayudar con las habilidades del lenguaje. Los padres también tiene su espacio en este proceso, ellos aprenden las técnicas que pueden utilizar en casa.

Un trabajo que implica varias áreas para un trastorno que bien llevado no tiene porqué suponer el aislamiento del niño.

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