El juego de ajedrez y los niños

Imaginemos una partida de ajedrez, seguramente muchos de nosotros pensemos en dos señores circunspectos de mediana edad y concentrados en el juego. Es la imagen que se ha creado en el imaginario social debido a que este juego se presenta complicado, con multitud de normas y un alto nivel de concentración, todos ellos motivos para que no pensemos a priori en dos niños de seis años sentados ante el tablero.

Pero lo cierto es que el ajedrez es un juego muy recomendable para los niños, hay que tener muy en cuenta su edad, ya que por mucho que nos empeñemos va a ser difícil que un niño de tres años entienda el movimiento de cada pieza y la dinámica que sigue cada una.

Si los padres son ajedrecistas consumados, seguramente ese niño acabará conociendo y comprendiendo antes que otros como se juega, aunque siempre habrá que tener en cuenta su nivel de comprensión.


Relación del ajedrez con las matemáticas


El ajedrez está íntimamente relacionado con las matemáticas y por tanto es una buena forma de enseñar al niño esta disciplina mediante el juego. Además ofrece la ventaja de poder visualizar en un tablero conceptos abstractos que a un niño de cinco o seis años le cuesta más comprender. Hasta los siete años los niños no puede simbolizar en su mente este tipo de operaciones matemáticas y por lo tanto jugadas de ajedrez, por ello el aprendizaje debe realizarse siempre con el tablero por delante.

Lo primero será enseñar lo más básico, es un juego para dos personas sentadas una delante de la otra en la que cada una juega con un grupo de piezas, unas blancas y otras negras. A partir de ahí se empieza con el movimiento de cada una de ellas. Los expertos recomiendan seguir este orden: torre, alfil, dama, caballo, peón y rey y no pasar de una a otra hasta que se tenga bien asimilada la anterior. A partir de ahí será el momento de las estrategias, para ello hay juegos especialmente diseñados para niños que le harán más comprensible la dinámica.


Ventajas de que un niño juegue al ajedrez


El hecho de que un niño comience pronto con la práctica del ajedrez va a suponer importantes ventajas para su desarrollo cognitivo. Hay quien opina que es un juego para niños más inteligentes, pero ¿no será que los niños que practican el ajedrez desarrollan más su inteligencia? Entre las ventajas más significativas se encuentra la mejora de la memoria y la concentración, el niño aprende pronto a establecer relaciones de causa-efecto, además de ejercitar el pensamiento lógico para desarrollar nuevas estrategias. Esto implica poner en marcha su creatividad para resolver los problemas que le plantea el tablero y que luego pondrá también en práctica en su vida académica y personal. Entre el resto de ventajas está el desarrollo de la paciencia y la perseverancia, el incremento de la atención y la autoestima, además de la competitividad, la ética en el juego o la lucha por la superación.

Como en el resto de disciplinas si queremos que nuestro hijo se inicie en el ajedrez lo mejor será que nosotros mismo seamos practicantes, también se puede optar por los diversos clubes que existen. Sea como sea, lo más importante será respetar su interés y no forzarle en el aprendizaje.