Mojar la cama es el peor trauma para un niño

“¡Otra vez te has hecho pis en la cama!”, “Como se enteren tus amigos, dirán que eres un mañaco!”….estas son solo algunas de las frases tóxicas para la autoestima de un niño que presenta pérdidas de orina involuntarias e inconscientes durante el sueño, un problema conocido como enuresis.

El control de los músculos y la vejiga se desarrolla progresivamente durante la infancia, a pesar de que cada niño lo hace a su propio ritmo, a partir de los 5 años, se considera que el control nocturno de la orina, ya debería estar presente, por lo que debemos consultar al pediatra y descartar un problema de enuresis, si no ha sucedido.

La enuresis es una alteración frecuente que se presenta en aproximadamente en un 10% a un 20% de los niños mayores de 5 años, en algunas ocasiones se resuelve de forma espontánea y en otras requiere algún tipo de tratamiento.


¿Por qué algunos niños continúan mojando la cama durante la noche y otros no?


Normalmente, durante la noche, aumenta la capacidad de la vejiga para retener la orina y cuando se llena, sentimos una sensación intensa que nos despierta para que podamos ir a orinar.

En los niños con enuresis, se presentan problemas como:

– Aumento de la producción de orina durante la noche, ya sea por beber demasiado cerca del sueño, poseer menos hormonas antidiuréticas o cenar demasiado.

– Disminución de la capacidad vesical nocturna.

– Fallo en el despertar ante el deseo de orinar.


¿Cómo afecta la enuresis al niño?


El mayor riesgo que existe en el niño con enuresis a nivel emocional es el daño de su autoestima, un aspecto fundamental para el desarrollo del ser humano.

La autoestima es cuanto nos valoramos en función de la imagen que tenemos de nosotros mismos, si pensamos que somos capaces y valiosos o por el contrario nos percibimos como inútiles, incapaces o inferiores al resto. La enuresis, mal enfocada, puede provocar sentimientos de vergüenza y humillación en el pequeño, que le acompañen en su día a día y le condicionen en su relación con los demás.

Además, los niños que mojan la cama durante la noche, puede que vean reducidas algunas de sus actividades sociales, como quedarse a dormir en casa de un amigo o ir de acampada, por ejemplo.

Algunas secuelas psicológicas para el niño con enuresis pueden ser:

– Alteración de la conducta.

– Insatisfacción.

– Sentimientos de culpa, frustración o humillación.

– Marginación.

– Estrés o ansiedad.

– Dificultades de relación y/o aislamiento social.

Por todo ello, es muy importante realizar un buen enfoque de la enuresis, apoyar al niño con este problema en casa y buscar ayuda profesional si no se resuelve espontáneamente.

La consulta con el pediatra debe ser el primer paso ante un problema de enuresis a partir de los 5 años de edad, con objeto de buscar un plan de tratamiento lo antes posible. La cooperación y el apoyo tanto de padres como de profesionales al niño es fundamental para que éste pueda normalizar su programa de control vesical y no se produzcan daños en su autoestima.

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Referencias: Wikipedia | Medline