El teatro infantil y los niños

Ir al teatro era hasta hace poco tiempo una actividad asociada a un público adulto, pero hoy en día son muchas las compañías que se dedican a realizar funciones específicas para el público infantil. El teatro para niños ha ocupado así su sitio como una disciplina propia dentro de un sector más amplio.

Se suele decir que los niños son uno de los públicos más exigentes y difíciles que hay, esto es así porque muestran sus emociones y preferencias sin tapujos, si algo les gusta lo manifiestan de forma efusiva, pero tampoco se cortan en demostrar lo contrario.

Por eso el teatro infantil es complicado y requiere de una preparación específica. La obra debe estar hecha pensando en los niños, los diálogos y situaciones tienen que estar adaptados a su edad y nivel de compresión, la música tiene que ser atractiva así como los escenarios y decorados.


Requisitos de una obra de teatro infantil


Una obra de teatro infantil tiene que conseguir que un niño reflexione, se emocione y desarrolle una especial sensibilidad hacia este arte. Cuando un niño se sienta delante de un escenario lo hace emocionado sabiendo que le van a contar una historia a través de la cual va a experimentar nuevas emociones, una historia que le va a servir para ponerse en el lugar de otro y para comprender como funciona el mundo y todo ello sobre una base de diversión. La magia del teatro es tal que los pequeños espectadores se sienten trasladados a nuevas realidades a través de estas historias ampliando sus conocimientos y su visión del mundo. Todo ello se hace además de una forma participativa, los niños se sienten parte integrante de la obra, por lo que todo lo que aprenden queda en su mente y les invita a reflexionar. Su creatividad y gusto por el arte aumenta con cada nueva pieza que contemplan y acaban apreciando disciplinas como la literatura, la música, la pintura o la danza.

Y es que el teatro aglutina muchas de las demás artes, la música no suele faltar y tampoco la danza o el canto. La literatura se expresa a través de las historias que se narran e incluso los decorados pueden tener una gran importancia plástica. Todo ello conforma una gran riqueza artística que aumenta su bagaje cultural.


Teatro infantil con niños como protagonistas


Estamos hablando del teatro infantil en el que los niños son espectadores, pero otra de las vertientes de esta disciplina es aquella en la que toman el protagonismo y se convierten en actores. Son muchos los beneficios de la práctica del teatro en la etapa escolar, el teatro les ayuda a memorizar, aumenta su disciplina y capacidad de concentración y refuerza tareas como la lectura. Pero además les ayuda a comunicarse con el resto, mejora su socialización, aprenden a reconocer y controlar sus emociones, se desenvuelven mejor en situaciones cotidianas y estimula su imaginación y creatividad.

El objetivo final no es crear grandes actores y actrices sino que se diviertan y aprendan a la vez. El teatro infantil tiene ante todo una función socializadora, los niños aprenden a trabajar juntos, desarrollan su imaginación y adquieren una serie de capacidades que les serán muy útiles en su desarrollo vital.