Ir al teatro era hasta hace poco tiempo una actividad asociada a un público adulto, pero hoy en día son muchas las compañías que se dedican a realizar funciones específicas para el público infantil. El teatro para niños ha ocupado así su sitio como una disciplina propia dentro de un sector más amplio.
Se suele decir que los niños son uno de los públicos más exigentes y difíciles que hay, esto es así porque muestran sus emociones y preferencias sin tapujos, si algo les gusta lo manifiestan de forma efusiva, pero tampoco se cortan en demostrar lo contrario.
Por eso el teatro infantil es complicado y requiere de una preparación específica. La obra debe estar hecha pensando en los niños, los diálogos y situaciones tienen que estar adaptados a su edad y nivel de compresión, la música tiene que ser atractiva así como los escenarios y decorados.