No hay nada más tierno para unos padres que observar la cara de sorpresa y alegría que muestra su hijo mientras contempla una obra de teatro. Los niños, con su maravillosa inocencia son capaces de sumergirse por completo en las historias narradas por títeres o personajes de una obra, con ello no solo disfrutan enormemente sino que aprenden conceptos nuevos y desarrollan su imaginación.
Es frecuente ver a un montón de niños los fines de semana en las hamburgueserías más conocidas, los juegos recreativos o las atracciones de feria infantiles, lugares donde los pequeños se lo pasan en grande y “queman energía” como coloquialmente se suele decir.
Sin embargo, existen otras actividades, diseñadas no sólo para entretener sino para transmitir valores, pasión e interés por el arte, entre ellas se encuentra el teatro infantil.
¿Qué tipo de teatro es para niños?
Existen obras adaptadas especialmente a las condiciones del niño, que tienen en cuenta su cultura e incluso lo hacen partícipe en muchas ocasiones. Además, podemos encontrar otras obras, que por el contenido pueden resultar interesantes a los ojos de los pequeños, algunas famosas son por ejemplo “Los viajes de Gulliver” o “Don quijote de la mancha”.
Los padres, debemos averiguar el contenido de la obra de teatro a la que pretendemos llevar a nuestros hijos, para asegurarnos de que es acorde a su edad y a los valores que deseamos transmitirle.