¿Cuándo un niño puede estar sufriendo abuso sexual?

Es una de las experiencias más duras por las que puede pasar un niño, el abuso sexual es un delito que como adultos debemos intentar prevenir y reconocer de todas las formas posibles ya que, cuando más se prolongue en el tiempo, mayores y más graves secuelas se producirán en las víctimas más inocentes que pueda haber, los niños.

Los niños pasan por muchas etapas durante la infancia, el crecimiento produce una serie de cambios a todos los niveles, estos cambios van a traer modificaciones también en su conducta, un niño puede pasar de una actitud despreocupada y feliz a otra más reflexiva e introvertida.

Esto no necesariamente tiene que indicar que está sufriendo un abuso, pero los adultos que estén a su alrededor deben estar atentos a todos estos cambios que si bien pueden ser normales debido a su desarrollo, también nos pueden indicar que hay algo que no va del todo bien en su entorno.


Es muy difícil detectar los abusos sexuales


No es fácil detectar un abuso sexual sobretodo si hablamos de niños pequeños que todavía no tienen la capacidad de expresarse, incluso si son más mayores la vergüenza o el miedo hace que tampoco sea sencillo reconocer un problema de abusos. Normalmente la mayoría de abusos se dan en el entorno familiar cercano por lo que se complica más la tarea. Habrá que atender por tanto a una serie de señales que nos ayudarán a identificar el problema.

Lo primero es que el niño víctima de abuso va a experimentar un notable cambio en su comportamiento, su nivel de autoestima va a bajar, perderá la confianza en si mismo y en los adultos, es probable que se vuelva retraído y experimente un bajo rendimiento escolar. Se dan además una serie de indicadores físicos y de comportamiento que son claro indicativo de un abuso sexual.

En el plano físico se pueden observar lesiones o magulladuras en el área genital, dificultades al andar o sentarse, hemorragias, problemas para ir al baño, enuresis, infecciones, irritación en la zona o incluso enfermedades venéreas. Hay veces que estas señales físicas no resultan visibles a simple vista, pero si existe una sospecha firme se debe llevar al niño al pediatra que tras un examen podrá detectar sin duda si se han producido abusos.


Síntomas psicológicos de abuso sexual


Las señalas físicas van acompañadas de cambios en el comportamiento. Uno de los más característicos es que el niño tenga un conocimiento anormal para su edad de las conductas sexuales, se puede llegar a mostrar muy desinhibido e incluso insinuante de una forma poco adecuada. Son también comunes problemas en el sueño y en la alimentación, conductas más agresivas, llanto, miedo a determinadas personas e incluso comportamientos suicidas.

En general ante cualquier cambio severo en el comportamiento del niño se puede plantear la posibilidad de que esté sufriendo abusos. Los niños, especialmente cuando llegan a la adolescencia, experimentan grandes cambios, pero los padres y adultos próximos no se deben confiar, tras es esos cambios que pueden parecer típicos de la edad se puede esconder un problema más grave que hay que detectar y eliminar cuanto antes.