Si nuestro hijo ha pasado por alguna enfermedad que le ha hecho estar hospitalizado un tiempo estaremos deseando que se recupere para poder llevarlo a casa. En este momento solo se ve la parte positiva, el niño vuelve a su ambiente y la familia podrá de nuevo contar con él, pero hay que ser consciente de que la vuelta al hogar conlleva un proceso de adaptación por el que todos van a tener que pasar y ante el que hay que tener paciencia.
Durante su estancia en el hospital el niño ha recibido una serie de atenciones y cuidados, sus padres han estado permanentemente pendientes de él y se ha acostumbrado a ser el centro de atención.
Al llegar a casa va a querer que esta situación se mantenga, pero una vez en casa ha llegado el momento de ir poco a poco recuperando la normalidad, especialmente si hay más hermanos habrá que manejar la situación con cuidado.