Hablar de sentimientos con los niños

Una de las quejas comunes de las madres y los padres respecto a sus hijos es las pocas muestras de cariño que reciben de ellos cuando empiezan a hacerse mayores. Muchos reconocen no haber escuchado un ‘te quiero’ de sus hijos en meses, y esto es verdaderamente triste. Pero ¿de quién es la culpa? ¿Acaso nosotros, sus padres, les decimos que les queremos y les hablamos de nuestros sentimientos a menudo?

Aquí es donde radica el problema, enseñamos a nuestros hijos a comer, a ducharse, a vestirse, a comportarse en casa o en la escuela, a ser respetuoso con los mayores, pero no les enseñamos a que sepan expresar sus sentimientos, no hablamos con ellos de miedos, tristezas, alegrías o vergüenzas.


Los niños necesitan expresar sus sentimientos


Los niños como cualquiera de nosotros, necesitan expresar lo que llevan dentro, a veces nos damos cuenta de lo contentos que están por como ríen o juegan, pero puede que no sea tan fácil detectar su tristeza si están viendo la tele o leyendo.

Por lo tanto se trata de hablar de sentimientos y esto es tan fácil como preguntar no solo qué tal ha ido el día, sino como se ha sentido por el hecho de que su amigo se haya enfadado con él.

Muchas veces nos quedamos en la parte superficial, si nuestro hijo se ha enfadado con su amigo le solemos decir, ‘no pasa nada, ya verás como mañana se arregla todo’ esto, aunque pueda ser un consuelo, no es suficiente, la pregunta ‘¿y cómo estás, como te sientes? es necesaria para que el niño pueda desahogarse con nosotros.

Esta forma de actuar con los niños debe convertirse en una costumbre, el niño poco a poco se irá acostumbrando no solo a contar lo que le ha pasado en el día, si no a conocer como le hace sentir eso. No se le va a ir la pena, pero saber que está bien estar triste, contárselo a alguien, le hace sentir un poco mejor. Así es como aprenderá a expresar y comprender sus emociones, guardarlas en el interior solo servirá para que poco a poco vayan pudiendo con él y acabe explotando de una manera u otra.


Aprenden por imitación: da ejemplo y muéstrales tus sentimientos


Preguntar a nuestros hijos no es lo único que debemos hacer para enseñarles a manejar sus sentimientos, somos los primeros que debemos dar ejemplo. Cuando son bebés, los te quiero y las muestras de afecto surgen de forma natural, pero según crecen cuesta más. La vergüenza de mostrarnos vulnerables ante nuestros hijos hace que dejemos de lado nuestros sentimientos a la hora de tratar con ellos, y esto es lo que ellos harán también. No pasa nada por decirle a nuestro hijo ‘mamá está enfadada porque hoy ha tenido un mal día y se siente triste’, el niño entiende que su madre no está enfadada con él y aprende a valorar esos sentimientos. Y por supuesto nunca sobrará un te quiero.

Si queremos una verdadera comunicación con nuestros hijos no podemos dejar de lado un aspecto tan importante como las emociones y sentimientos, si todos en casa lo hacemos así nos sentiremos mucho más a gusto.