La seguridad vial infantil

Desde el nacimiento del pequeño, los padres se desviven por él y cuidan numerosos detalles para que su vida sea lo más agradable y placentera posible. Pero lo cierto es que a veces, a cuestiones relacionadas con la seguridad vial infantil, no se les concede la importancia que merecen. Así, según datos de la DGT, incluidos en su revista sobre Seguridad Vial, a lo largo del 2011, 42 menores de 14 años murieron en accidentes de tráfico, un 47% menos que el año anterior.

Y de los datos que se reflejan en este estudio, resulta muy llamativo que, del total, un 42% no llevaba sistema de retención ni cinturón. Asimismo, la Asociación Española de Pediatría indica que la muerte en la carretera es la primera causa de mortalidad en pequeños de 4 años, la segunda en los de 2 años y la cuarta en los de 1 año.

De modo que, ante estos datos, los padres deben informarse de todas las medidas de seguridad necesarias, ya que en algunos casos, los errores que se cometen no son fruto de la despreocupación sino de la ignorancia.


Los accidentes en carretera son la primera causa de mortalidad en menores de 4 años


En primer lugar, cabe destacar la importancia de la silla de seguridad para el automóvil debidamente homologada. Es obligatoria para los menores de 3 años pero más allá de la edad, si miden menos de 1,35 cm deberán utilizarla. Asimismo, habrá que fijar la silla en el coche con el cinturón de seguridad o Isofix y cuando el pequeño ya no vaya en este sistema de sujeción también deberá llevarlo.

En el mercado pueden encontrarse diferentes tipos de sillas y será importante que los padres elijan la más adecuada, en función del peso y longitud del pequeño, así como del tipo de vehículo en el que vayan a realizarse los trayectos o viajes. Hay sillas orientadas hacia delante, hacia atrás, auxiliares, empotradas y las camas para automóviles pero sea un modelo u otro habrá que tener en cuenta ante todo que estén homologadas y sobre todo, colocarlas de la forma adecuada.

En ningún caso, se llevará al niño en brazos o sobre las piernas del padre o la madre y, aunque el pequeño proteste y se sienta incómodo, bajo ningún concepto viajará fuera de la silla. En esos casos, se harán paradas más a menudo para que no se canse o uno de los padres se encargará de entretener al pequeño dándole juguetes o libros, e incluso, en algunos casos, proponer juegos o canciones para amenizar el trayecto, puede ser la mejor opción.

También se debe comprobar que los cierres de seguridad de las puertas estén cerrados para que el pequeño no pueda abrirlos y también las ventanillas. Será conveniente no llevar objetos en la parte trasera cerca del niño, ya que, en el caso de que se produzca un choque o frenazo podrían caer sobre él y lastimarle.


Los niños y la seguridad en transportes públicos


En el caso de los transportes públicos, lo más conveniente será escoger un asiento más amplio para el pequeño y en el caso de los autobuses, se le pondrá el cinturón.

Ante todo, los padres deben tener claro que son un ejemplo para sus hijos y por ello, más allá de los viajes en carretera, también deberán enseñarles a respetar las señales viales al caminar, a que, si van en bicicleta, deben usar los carriles adaptados para ello y no llevar auriculares, ya que así estarán aislados y no podrán evitar accidentes… Sin duda, la educación vial infantil debe ser una asignatura obligatoria para los pequeños y está en manos de los padres hacer que conozcan toda esa información. Aunque la escuela también tiene un papel importante en este tema.