Las sillas de seguridad en los vehículos se han convertido en un elemento obligatorio e imprescindible para minimizar los riesgos en caso de accidente. La diferencia entre utilizarlas y no utilizarlas se puede comprobar con los datos de mortalidad por accidente de tráfico, en veinte años las muertes infantiles han bajado un 80%, y aun así siguen siendo la principal causa de mortalidad infantil.
Con la silla de seguridad se pueden evitar la gran mayoría de accidentes de tráfico que afectan fatalmente a los niños, por tanto se ha dado un gran paso en este sentido, pero todavía queda un porcentaje de menores que viajan en el coche sin ningún sistema de seguridad útil.
Las últimas reformas de tráfico van encaminadas a eliminar esto con graves sanciones para los padres.