Llega el momento más esperado del año, es hora de hacer las maletas e irnos de vacaciones. Antes de tener familia no había que darle muchas vueltas, se elegía un destino sin preocuparse por el trayecto, la estancia o las condiciones, solo importaba que era allí donde se quería ir. Cuando llegan los niños la cosa cambia, no podemos embarcarnos alegremente en un safari por África o coger la mochila y subirnos a un tren sin más.
Es necesario planificar el viaje, especialmente si hablamos de niños pequeños.