Elección y cuidado de la ropa del bebé

Es una de las actividades que las madres, especialmente las primerizas realizan con mayor ilusión. Unas semanas antes, a veces incluso meses, de que llegue el bebé se empieza a mirar la ropita y a preparar sus primeros conjuntos.

La piel del bebé no conoce más contacto que el que ha tenido durante los nueve meses con el líquido amniótico.

Una vez sale al exterior se expone a un medio desconocido para él, aunque esto no nos debe preocupar, pese a ser delicados el bebé está preparado para desenvolverse en este medio y solo habrá que tener cuidado y no aplicar sobre esa piel todavía sensible tejidos agresivos o ante los que pueda reaccionar.


Lo mejor es la ropa hecha de tejidos naturales


Para ello lo mejor es optar por las fibras naturales, las prendas que se venden para recién nacidos están fabricados en su mayoría por tejidos de algodón cien por cien, también el lino o las lanas más suaves son habituales en la ropa del bebé. Habrá que optar por aquellos con los que el bebé se sienta más cómodo y que suponga menos riesgo, esto es, puede que un conjunto cargado de lazos o puntillas resulte precioso pero el bebé estará mejor con un cómodo body o un pijama suave que le permita moverse.

Habrá que tener en cuenta también costuras, etiquetas, cremalleras, botones y demás composiciones. Siempre es mejor elegir prendas sin costuras a fin de evitar rozaduras. Se recomienda también quitar las etiquetas, puede que la prenda sea de algodón pero la etiqueta esté hecha con fibra que puede molestar al niño. Del mismo modo los botones y demás accesorios tienen que ser accesibles para la madre y estar en una zona que no molesten, por ejemplo los bodys siempre será mejor que se abrochen por abajo en lugar de por el cuello.


Hay que evitar que la ropa lleve accesorios que se los pudiera tragar el bebé si se desprenden


También se deben evitar botones, es mejor corchetes o velcro. Pensemos que vamos a tener que vestir y desvestir muchas veces al bebé y por tanto la ropa debe ser fácil de quitar y poner sin que resulte molesto para padres y tampoco para el niño. Siempre habrá de primar la comodidad a lo bonito que pueda parecer a priori un conjunto.

La elección de la ropa dependerá también de la época del año en la que vaya a nacer, si hace frío deberemos proveernos de ropa de abrigo sin olvidar el gorrito y los patucos, pero aunque haga calor no debemos descuidar este apartado. Los recién nacidos pierden calor por la cabeza y los pies por ello deberemos mantener estas partes cubiertas aunque sea con tejidos más ligeros.

En cuanto al cuidado de la ropa no hay problema en lavarla en la lavadora, se puede hacer junto a la del resto de la familia aunque durante los primeros meses es recomendable lavar su ropa aparte evitando productos muy agresivos como la lejía, es mejor utilizar un detergente neutro y delicado con las prendas, de esta manera evitaremos posibles dermatitis. Para mantenerla en el mejor estado se recomienda también el planchado ya que el calor actúa como desinfectante para la ropa.