Una corbata, una camisa, unos calcetines… los regalos pueden ser muchos y muy variados pero seguro que Papá va a agradecer mucho más ese día que sus hijos le den una sorpresa inesperada, sorprendiéndole con un desayuno en la cama o preparando una divertida sesión de fotos.
Lo más importante ese día es demostrar a Papá lo mucho que le queremos y que pensamos en él, por eso es más bonito pensar en un regalo personal y si es hecho de forma artesanal mucho mejor.
Cualquiera que sea el regalo elegido debemos pensar en una tarjeta que lo acompañe, con una cartulina, pinturas de colores, cintas, purpurina y cualquier cosa que se nos ocurra podemos elaborar una original tarjeta en la que expresemos nuestros sentimientos. Incluso se puede hacer de ese trabajo manual un regalo en si mismo. Con unas cuantas fotografías, recortes de revistas e imaginación se crea un collage del que Papá va a poder presumir. Para los niños más mayores existe también la posibilidad de crear un cómic en el que el padre sea un gran súper héroe que corre emocionantes aventuras, además será muy divertido ver su cara en el cuerpo de Batman o de Spiderman.