Durante los primeros años del pequeño es necesario que los padres estén continuamente atentos a él, a sus cuidados, rutinas, horarios… pero conforme el pequeño va creciendo puede ser el momento de que sus padres decidan tomarse un pequeño descanso para dedicarse a ellos mismos y a su relación.
Sin embargo, son muchos los que no se atreven a irse de viaje, aunque sea un fin de semana, porque tienen miedo de dejar a sus hijos a cargo de otras personas, ya que, a veces sienten como si les abandonasen.
Aún así, es importante que los padres abandonen estos pensamientos y entiendan que, por dejar un par de días a sus pequeños, no significa que les quieran menos o que no sean lo más importante que tienen en sus vidas. Y es que, tienen que ser conscientes de que estar bien con su pareja será importante también para la vida en familia, ya que si los padres no están felices, los niños acabarán notándolo. Es por ello que no deben esperar a tomar la decisión de hacer un pequeño viaje cuando ya estén en crisis, sino anticiparse a que lleguen los problemas.