¿Sabes escuchar a tus hijos?

La comunicación entre padres e hijos es muy importante, ya que es la base para establecer una relación de confianza, apoyo y cariño. Por ello, tanto unos como otros no deben descuidar este aspecto, ya que, estos lazos se irán creando desde pequeños y conforme los hijos crezcan no se romperán sino todo lo contrario, se irán haciendo más fuertes.

Aunque una de las cuestiones más importantes de la comunicación es el saber escuchar, ya que, de nada sirve que los padres pregunten a sus hijos qué tal en la escuela o dónde han estado o qué han hecho, si luego no les prestan la mínima atención.

Por ello, es importante que sepan escucharles, en definitiva que les presten atención, ya que, si no es así, esa comunicación no será real.


La comunicación entre padres e hijos está muy relacionada con la autoestima del niño


Si el niño no se siente escuchado por sus padres, que son para él un importante sostén en su vida, acabará teniendo problemas de autoestima. De este modo, notará que no tiene su apoyo, que no se preocupan por él y sin duda, eso le hará sentir muy inseguro. Por ello, es fundamental que los padres dediquen tiempo a sus hijos.

Y que no sólo les oigan sin más cuando les cuenten sus inquietudes o preocupaciones, así como sus planes, ya que, esa escucha debe ser activa. Es decir, los padres acto seguido ponerse en su lugar, ser empáticos y de ese modo, intentar darle soluciones o explicarles qué podrían hacer o cómo actuar en esa situación. Lo que supone que se involucren en lo que les sucede a sus hijos e intenten ayudarles en la medida de lo posible. Precisamente eso es lo que esperan sus hijos, que les entiendan y se pongan en su lugar o si no coinciden con ellos, que les den argumentos sobre lo que están haciendo mal.

Además, los padres no sólo tendrán que prestar atención a la comunicación verbal, a lo que les cuentan, sino también a la no verbal, es decir, sus gestos, sus expresiones, así como sus silencios, que en ocasiones pueden llegar a decir incluso más que las propias palabras. Esto puede resultar especialmente útil para aquellos niños que no sean especialmente habladores o extrovertidos, ya que, de ese modo los padres se percatarán de que ocurre algo y deberán preguntarles para que se sinceren con ellos.


Hay que hablar con los hijos todos los días


Con este comportamiento, los progenitores conseguirán que, cuando sus hijos necesiten hablar con alguien, desahogarse cuando tengan un problema o inquietud, acudan a ellos sin dudarlo, ya que, saben que les escucharán y ayudarán. Y es que, sin duda, es importante que, aunque puedan acudir a otros familiares o amigos, siempre tengan a sus padres como referentes.

De lo contrario, si no se van creando estos lazos basados en la escucha, conforme los hijos van creciendo, les resultará más difícil acudir a sus padres, ya que, desde pequeños no se ha ido cultivando y estableciendo esa relación de confianza. De ahí la importancia de que los padres sepan escucharles y les demuestren su interés por todo lo que les sucede o interese.