Cuando los padres se plantean el elegir un parque cercano a su domicilio para que sus hijos puedan ir a jugar de manera más o menos regular, se fijan especialmente en las características de seguridad que cumple este espacio. Pero pocas veces se paran a pensar que, aunque sean lugares magníficos que cumplan con todos los requisitos para que los niños puedan jugar con seguridad, sus características pierden sentido si los padres no participan activamente en las actividades que se desarrollan en ellos.