Familia y comunicación: lenguaje de padres e hijos

La comunicación es uno de los elementos fundamentales a la hora de establecer relaciones personales, y aun más entre los miembros de una familia. Los padres deben saber crear un ambiente propicio de confianza, que incite a sus hijos a expresarse sin cortapisas, porque ésta es la única manera como realmente podrán conocerlos a fondo.

Los padres que están acostumbrados a vivir una relación fluida con sus hijos, se sienten inseguros cuando ven que éstos no les responden como esperan en este sentido.

Pero deben ser conscientes de que todos tenemos una parcela de privacidad que debe respetarse.

Cuando los chicos crecen, experimentan sensaciones que no necesitan comunicar a sus padres, sino a sus amigos, con los que tienen más cosas en común en este sentido. Pero esto no tiene porque preocupar en exceso a los padres, que deben aprender a colocarse en un segundo plano, dejando claro a sus hijos adolescentes que estarán allí, por si les necesitan.


Saber escuchar, clave de la comunicación


La comunicación familiar debe anclarse en el respeto y en saber escuchar, en lugar de en establecer juicios críticos sin pararse a pensar y valorar realmente lo que cuenta la otra parte.

Para que la comunicación entre padres e hijos sea fluida, los primeros deben aprender a leer en el interior de su hijo, y como se siente. Hay que tener en cuenta que los niños adquieren el concepto de relación y comunicación que emplean sus padres con ellos desde pequeños, por lo tanto, deben ser los adultos los que establezcan un ambiente sano de complicidad, con los mecanismos necesarios de comunicación.

Para que aprenda a escuchar, es esencial que el niño se haya sentido previamente escuchado y respetado por sus padres.


Principales actuaciones de los padres


Por lo tanto, los padres deben ser quienes establezcan los principios de comunicación de una familia, que el niño irá adquiriendo como propios a medida que crece, y se conciencia de su importancia.

Ante todo, es esencial que se pongan en el lugar de su hijo, e intenten comprender sus reacciones, escuchando lo que éste les cuenta con interés, e intentando sacarle un lado positivo a toda la conversación. Si se quiere que el niño se desarrolle en un ambiente adecuado, en el que se potencien su confianza y seguridad, es necesario que sienta que es parte de la familia, y que puede participar en las decisiones que se toman, sin que se les prejuzgue, o se den por supuesto algunas de sus actitudes.

Naturalmente, para que estos consejos funcionen, y se establezca una buena relación de comunicación entre los miembros de una familia, es esencial tener en cuenta la edad del niño. Los padres deben aprender a explicarles las cosas de manera clara, y con el vocabulario adecuado para su comprensión. Y solo de esta manera, el pequeño conseguirá sentirse lo suficientemente seguro en su ambiente familiar como para comunicar sus inquietudes sin tabús ni restricciones, sino sintiéndose libres para explicar lo que quieran.