Hablamos de dos valores que es necesario desarrollar en los niños, no solo para asegurar que sean capaces de cumplir con éxito sus tareas académicas, si no para que en general consigan triunfar en todo aquello que se propongan, ya sea a nivel personal o profesional. Y es que la disciplina y el esfuerzo va a ser aquello que permita a los niños ser persistentes en sus objetivos y luchar por conseguirlos.
El trabajo debe empezar desde que son pequeños, normalmente los padres no insisten demasiado en este tema hasta que se llega a la escuela, que es donde realmente se desarrollan los hábitos que permitirán al niño ser disciplinado.
Pero la labor debe llevarse a cabo de forma conjunta, ya que sino sus efectos son mucho menores.