Síntomas de un niño celíaco o de la intolerancia al gluten

La enfermedad celíaca es un trastorno inmunológico causado por la intolerancia al gluten de cereales como el trigo, la cebada, el centeno, la malta y la avena. Afecta a la mucosa del intestino delgado, las vellosidades del mismo se destruyen y se produce una mala absorción de los nutrientes de los alimentos, lo que puede llevar a la desnutrición de los más pequeños.

No todos los casos son igual de graves y hay mucha gente que no sabe que sufre de esta intolerancia hasta que enferma.

Tiene un origen genético, así que si un miembro de la familia lo padece es probable que se transmita a los hijos. Normalmente en los niños se puede presentar entre los 6 y los 24 meses, que es cuando se empiezan a introducir en la dieta los cereales. Pero en los casos leves también puede aparecer más tarde.


Primeros síntomas de la celiaquia


Los síntomas se podrán presentar también en cualquier momento, puede que desde el inicio del consumo de cereales o cuando ya lleven un tiempo consumiendo gluten. En los bebés la intolerancia se manifiesta con diarrea y dolor de estómago, normalmente dejan de ganar peso y pueden aparecer eczemas en la piel, sobre todo en codos, rodillas y glúteos. En los niños más mayores la enfermedad se manifiesta además con dolor de estómago, fatiga, flatulencia y pérdida de peso.

Ante la sospecha de que el niño pueda ser celíaco lo primero será realizar un análisis de sangre con el que se mide mide el nivel de anticuerpos al gluten y ciertas proteínas que recubren el intestino. Según resulten estos se realizará una biopsia del intestino delgado. Esta prueba se realiza mediante una endoscopia para la cual lo habitual es sedar ligeramente al niño.


Tratamiento para niños y bebés celiacos


Con el diagnóstico en la mano se ordenará la inmediata eliminación de la dieta de todos los alimentos que contengan gluten. Esto supondrá cambiar la alimentación familiar lo que puede llevar algún trabajo. Y es que el gluten está presente en muchos tipos de productos como los empanados, las salsas, los frutos secos, las pastas… Por eso hay que leer con detalle todas las etiquetas a fin de comprobar que el producto es seguro para el niño, si existen dudas lo más probable es que contenga gluten. Cuando el menor sea capaz se le debe enseñar a hacerlo solo, ya que es un trastorno con el que va a tener que convivir toda la vida.

No existe tratamiento ni cura para esta intolerancia, las personas celíacas lo son de por vida, pero por otro lado no causa ningún síntoma directo (aunque sí muchos indirectos). En el caso de que alguna vez se ingiera gluten lo que se provoca es una inflación del intestino que desaparece por si sola a los 3 o 4 días de haber dejado de consumirlo. El problema está en las personas que no saben que son celíacas y consumen gluten, a la larga se pueden desarrollar graves enfermedades, por eso es tan importante un diagnóstico precoz.