El taekwondo es un deporte olímpico que tiene sus orígenes en un arte marcial coreano muy antiguo, y que ha evolucionado hasta convertirse en una manera de golpear al adversario sin armas.
Los expertos reconocen las virtudes de la práctica infantil de esta disciplina como un excelente medio para ayudar a los niños a desarrollarse mental y físicamente, ya que requiere tanto de habilidad como de control por parte de sus participantes.
No en vano, el objetivo de este deporte es derrotar al oponente sin tocarlo, quedando solo a unos pocos centímetros de distancia de su cuerpo.