El taekwondo en la infancia

El taekwondo es un deporte olímpico que tiene sus orígenes en un arte marcial coreano muy antiguo, y que ha evolucionado hasta convertirse en una manera de golpear al adversario sin armas.

Los expertos reconocen las virtudes de la práctica infantil de esta disciplina como un excelente medio para ayudar a los niños a desarrollarse mental y físicamente, ya que requiere tanto de habilidad como de control por parte de sus participantes.

No en vano, el objetivo de este deporte es derrotar al oponente sin tocarlo, quedando solo a unos pocos centímetros de distancia de su cuerpo.


¿Cuándo es positivo empezar la práctica del taekwondo infantil?


Al igual que en la mayoría de los deportes, se recomienda que los niños se inicien en el ámbito del taekwondo a los 4 años de edad, cuando su cuerpo ya está preparado para la mayoría de movimientos, y mentalmente están ya capacitados para entender las órdenes que se les da.

Evidentemente, a esta edad, el primer contacto de un niño con el taekwondo debe ser mediante el juego, y actividades de talante lúdico, que le inciten a tener ganas de volver a clase.


Cómo son las clases de taekwondo para niños


El taekwondo infantil se imparte en sesiones de 45 minutos a una hora, que se organizan dedicando un rato inicial a la meditación y el estiramiento del cuerpo, para pasar a un trabajo físico y técnico (en el que se incluyen ejercicios de saltos, combates sin contactos, técnica libre…) organizado en torno a juegos, que hagan fácil la iniciación de los niños en este deporte.

Los pequeños deben acudir a clase con el traje blanco y el cinturón típicos y, además, es necesario que lleven protecciones como casco, peto, tibiales, antebrazos, y coquilla.


Los beneficios del taekwondo en los niños


A simple vista, para una persona que no conoce este deporte, el taekwondo se percibe como una actividad violenta, en la que se aplica la fuerza para practicarlo. Nada más lejos de la realidad, ya que esta disciplina olímpica ofrece numerosos beneficios a los niños que lo practican.

De hecho, el taekwondo es uno de los deportes que más puede contribuir al desarrollo físico y emocional infantil, ya que permite que el niño despliegue todas las capacidades de su cuerpo, para que su organismo se desarrolle armónicamente. Al cabo de poco tiempo de practicarlo, los padres notarán como su hijo mejora en cuanto a resistencia, flexibilidad y motricidad, entre otras características físicas.

Además, a nivel psicológico, la práctica de este arte marcial inculca a los pequeños valores espirituales tan importantes para su vida futura como el respeto, el compañerismo, o la perseverancia. Para los expertos, también es importante señalar que la concentración que necesitan los niños para practicar taekwondo repercute de manera positiva a la hora de sus estudios.

Como consecuencia de todos estos efectos positivos, el taekwondo infantil consigue que los niños que lo practican se sientan más seguros de si mismos, y se muestren confiados a la hora de afrontar su vida diaria, algo esencial en su desarrollo.