Las manchas rojas que aparecen en la piel de un niño, acompañadas en muchas ocasiones de picor, se conocen como urticaria, aunque no hay que tener presente que, en algunos casos, este trastorno se puede manifestar con unas ronchas blancas, rodeadas de una inflamación roja.
La urticaria aparece en cualquier parte del cuerpo de un niño de una manera curiosa: el pequeño nota sus síntomas durante unas horas, después de le desaparecen y, entre uno o tres días después, le reaparecen.
El aspecto característico de sus lesiones hace que sea fácil detectar que un niño tiene urticaria, pero el problema más frecuente en estos casos es averiguar de donde procede el problema, ya que puede ser una reacción a numerosas causas.