El crecimiento tiene un claro componente genético, pero factores como la alimentación son mucho más influyentes de lo que podemos pensar en lo que al desarrollo del niño se refiere. A la hora de buscar las causas de un retraso en el crecimiento o de un problema de talla, la nutrición es uno de los primeros parámetros a tener en cuenta, aunque existen otros que veremos a continuación.
Antes de nada hay que valorar si realmente el niño tiene un problema de crecimiento, hay ocasiones en que esta talla baja se debe simplemente a un retraso general del crecimiento, aunque el niño es pequeño para su edad está creciendo a una tasa normal.
Ocurre que la pubertad a veces se demora y estos niños seguirán creciendo una vez el resto de compañeros ya haya parado, alcanzando una estatura normal. Otro de los motivos por los que un niño presenta una talla baja es como decíamos arriba los genes, si los padres o uno de ellos es bajo el niño es probable que también lo sea y si no hay ningún problema de salud no hay porqué preocuparse.