Alimentación para bebés: de la lactancia a la papilla

Lo primero que hay que aclarar es que no estamos hablando de cosas excluyentes, la lactancia y la papilla pueden convivir perfectamente en la alimentación infantil, de hecho es muy recomendable que así sea. La Organización Mundial de la Salud recomienda que el pecho sea el único alimento hasta los seis meses, a partir de ahí se puede introducir la alimentación complementaria, ojo al término complementaria, de la leche materna, que según esta entidad es bueno mantener hasta los dos años de edad.

Lo que sucede es que debido a la incorporación de la mujer al trabajo el momento de introducir la papilla suele coincidir con el destete, también es cierto que a partir de los seis meses es bueno que el niño comience con otro tipo de alimentos con los que asegurar que su desarrollo y crecimiento sea el adecuado.

Pero esto no significa que vaya a estar desnutrido si se mantiene el pecho, la leche materna se va a adaptando en su composición a los requerimientos del bebé.


Si se ha elegido el destete lo normal es que se haga progresivamente


Si hemos optado por el destete lo normal es que este se produzca de forma paulatina, empezaremos eliminando una toma, puede ser la de media mañana o la de la merienda, para introducir la papilla, estas primeras suelen ser de cereales sin gluten. Lo mejor es ofrecérsela al niño con una cuchara, es una buena forma de que empiece a acostumbrarse a estos utensilios y también para evitar confusiones con la tetina del biberón en el caso de que tome pecho.

Estas primeras papillas suelen ser de su agrado pero si no le gusta o reclama el pecho no hay que obligarle debemos hacer lo que quiere, al día siguiente lo volveremos a intentar y poco a poco irá tomando más cucharadas. Podemos probar a hacer la papilla con nuestra leche de esta forma notará menos el cambio y seguirá beneficiándose de sus propiedades. Una vez se tome bien la papilla ya podremos ir eliminando el resto de tomas. La de la mañana y la de la noche se suelen dejar para el final, la de la noche sobretodo le sirve para relajarse.


Usar las papillas como complemento


También puede que no deseemos destetar al bebé, se puede complementar sin problemas el pecho con las papillas. En este caso lo que haremos es darle primero pecho y después empezar a probar con la papilla, seguramente al principio solo quiera unas pocas cucharadas, de nuevo no hay que obligar, con el tiempo irá comiendo más. Esta técnica de pecho – papilla la podemos repetir en todas las tomas, también hay madres que se reservan el pecho para la mañana o la noche y el resto del día el niño toma papillas.

Todo va a depender de nuestras preferencias y de como nos organicemos, lo que tiene que quedar claro es que el hecho de comenzar con la papilla no tiene que implicar necesariamente abandonar el pecho. Combinar ambas cosas va a ser beneficioso para el niño que no va a tener que renunciar a su alimento preferido.