La merienda de los niños

La merienda es una de las comidas fundamentales en la dieta tanto de niños como de mayores. Según crecemos se pierde la costumbre de merendar y las comidas diarias acaban reducidas a tres más copiosas, pero esta costumbre, que no es recomendable, no puede mantenerse cuando hablamos de niños. Necesitan mantener un aporte de energía continuado a lo largo del día con tal de poder responder a las demandas que su organismo le reclama.

Desde que se levantan y hasta que se acuestan los niños no paran, no se trata solo de que estén en edad de crecimiento, el gasto energético es también más elevado que en lo mayores.

En la escuela, en el parque, jugando con los compañeros, en las actividades extraescolares y deportivas… El cuerpo de los niños necesita calorías de forma continuada no es bueno que transcurran lapsos de tiempo demasiado amplios entre una comida y otra.


Los niños necesitan alimentarse muy bien ya que gastan mucha energía


Si no tiene los nutrientes necesarios el organismo acaba echando mano de las reservas acumuladas lo que no favorece su crecimiento. No hay que olvidar que el cuerpo de los niños, sobre todo de los más pequeños, está todavía adaptando su funcionamiento por lo que es recomendable que el aparato digestivo no pase demasiado tiempo sin funcionar.

La merienda por tanto aporta los nutrientes que el niño necesita para cubrir las horas que pasan entre la comida y la cena. Los niños suelen comer más pronto que los mayores, por lo que si comen sobre la una del mediodía deben tomar algo antes de las siete u ocho horas que pasan antes de la cena. Este aporte les ayudará a afrontar con energía la parte final del día en la que además se suelen acumular las actividades extraescolares para las cuales debe contar con las fuerzas necesarias.

Con la merienda se evita también que se llegue a la hora de la cena con un hambre excesiva, si se come demasiado antes de dormir se tienen digestiones pesadas que impiden descansar de forma adecuada, además de que comer demasiado o picar antes de la cena debido al hambre, es uno de los motivos del sobrepeso.


Siempre hay que procurar que el niño tenga una dieta sana y equilibrada


No por el hecho de que el niño tenga que merendar no se le puede dar cualquier cosa, hay que vigilar lo que toma y aportarle alimentos que realmente vaya a proveerle de la energía que precisa. Lo habitual es que se den bocadillos, leche, galletas, yogur o fruta. La combinación de cualquiera de estos alimentos es buena para favorecer el adecuado crecimiento de los niños. La leche y derivados lácteos, los cereales y la fruta deben formar parte de una dieta equilibrada y una buena forma de hacerlo es a través de la merienda.

De lo que no se debe abusar es de los productos refinados, los dulces, la bollería o las bebidas gaseosas, aportan más grasa que otra cosa y son causa de sobrepeso. El niño no está bien alimentado si todas las tardes se come un donut con una coca-cola y son los padres lo que deben evitar que algo puntual se acabe convirtiendo en un hábito.