¿Cuánto debe dormir un bebé o un niño?

Si preguntáramos a los futuros padres que característica les gustaría que tuviera su hijo una de las respuestas más recurrentes sería sin duda, que duerma bien y a ser posible del tirón. Pero lo cierto es que pocos niños siguen el ritmo de sueño que sus padres desearían.

Desde que nacen y según van creciendo, van pasando por diversas etapas de sueño que se deben conocer, respetar y, dentro de lo que cabe, adaptarnos a ellas.

Ya que no olvidemos que los bebés tienen sus ciclos de sueño y si queremos cambiarlos va a ser siempre por nuestra comodidad.


El sueño en los recién nacidos


Los recién nacidos duermen muchas horas, lo que en principio puede parecer una ventaja para esos padres más preocupados por el sueño no lo es tanto ya que también se despierta cada poco tiempo requiriendo alimento. Lo normal es que hasta lo tres meses presenten un sueño tranquilo, solo con dos fases, no distinguen el día de la noche y no sirve intentar que lo haga, habrá que cubrir sus necesidades cuando estén despiertos y dejar que sigan su proceso.

A partir de esta edad y hasta los siete meses aproximadamente cambia la pauta, empiezan a incorporar el resto de fases de sueño y por eso es fácil en este momento que niños que dormían bien empiecen a despertarse por la noche, ya que, por ejemplo, se despiertan al pasar de la fase de sueño ligero al profundo. Por tanto no se trata de que se estén mal acostumbrando, simplemente se están adaptando al ciclo de sueño de los adultos. También hay que tener presente que en esta etapa de su vida se producen cambios importantes, la madre vuelve a trabajar, salen los dientes, aparece la alimentación complementaria… Lo bueno es que en esta etapa ya distinguen el día de la noche por lo que se pueden establecer rutinas que le ayudarán a regular sus sueño, por ejemplo bañándolo siempre antes de dormir o cantándole una canción, cosas para que el bebé asocie que es hora de irse a dormir.


El sueño a partir de los ocho meses


A partir de los ocho meses a hasta los dos años los ciclos de sueño ya son igual que en los adultos, de todas formas aún habrá muchos niños que no duerman toda la noche del tirón, con cada nueva adquisición y logro, como gatear, andar, control de esfínteres… se producirán cambios en el sueño y será normal que se despierte y en los más mayores pueden aparecer las primeras pesadillas. Según se vayan superando todas estas fases los despertares irán disminuyendo, como también lo harán las horas de sueño.

Finalmente a partir de los tres años y hasta los seis los niños tienen el sueño totalmente controlado, pueden dormir del tirón sin problemas, a no ser que existan otro tipo de trastornos como sonambulismo o terrores nocturnos. En esta edad lo normal será que nos pidan cuentos antes de dormir, realmente solo reclaman nuestra compañía y es algo que podemos y debemos hacer ya que a ellos les ayuda y tranquiliza, ya llegará la hora en que lo que reclamen sea estar solos.