Cuando llega un recién nacido a casa la mayor preocupación de los padres es hacerlo todo bien, que el bebé esté sano y feliz. Tareas son muchas, hay que alimentarlo, vestirlo, cambiarlo, mantenerlo limpio… y cada una de ellas supone un pequeño reto a superar, especialmente en el caso de que se trate del primer hijo.
El baño y la higiene personal del bebé centra muchas de las consultas de los padres primerizos, los recién nacidos parecen tan frágiles que se opera con ellos con el máximo cuidado, pero si bien es cierto que son delicados, la verdad es que podemos manejarlos con mucha más confianza y seguridad de la que pueda parecer en un primer momento.
En este sentido una de las zonas que más preocupa a los padres son los genitales del bebé, como lavarlos correctamente para que no se irriten y las precauciones que haya que tomar.