La higiene de los genitales de los bebés

Cuando llega un recién nacido a casa la mayor preocupación de los padres es hacerlo todo bien, que el bebé esté sano y feliz. Tareas son muchas, hay que alimentarlo, vestirlo, cambiarlo, mantenerlo limpio… y cada una de ellas supone un pequeño reto a superar, especialmente en el caso de que se trate del primer hijo.

El baño y la higiene personal del bebé centra muchas de las consultas de los padres primerizos, los recién nacidos parecen tan frágiles que se opera con ellos con el máximo cuidado, pero si bien es cierto que son delicados, la verdad es que podemos manejarlos con mucha más confianza y seguridad de la que pueda parecer en un primer momento.

En este sentido una de las zonas que más preocupa a los padres son los genitales del bebé, como lavarlos correctamente para que no se irriten y las precauciones que haya que tomar.


La higiene de los genitales de un recién nacido


En general esta zona se debe lavar en el baño diario, de la misma forma que el resto del cuerpo, con un jabón neutro, una esponja natural y agua. Lo más importante va a ser secar bien los genitales. Pensemos que a continuación vamos a colocar un pañal y por tanto si quedan restos de humedad el hecho de que esta se acumule en el pañal va a favorecer irritaciones y molestias para el niño. Habrá que ir pliegue por pliegue sin que queden restos de agua ni jabón.

Otra de las dudas que surgen es si hay que aplicar algún producto para evitar precisamente irritaciones. Hace unos años la zona se llenaba de polvos de talco hoy en día esta opción está desaconsejada ya que ese polvillo puede causar alergias y problemas respiratorios, además de que impiden que la piel respire adecuadamente. Lo cierto es que la piel del bebé no necesita ningún producto extra, a no ser que presente alguna irritación. Una buena crema hidratante apta para recién nacidos será suficiente, en todo caso será el pediatra en el que mejor nos aconseje sobre ello.

La higiene de los genitales se debe llevar a cabo además en cada cambio de pañal, hay que eliminar cualquier resto de suciedad antes de colocar el pañal limpio, asegurándose de que el bebé quede bien seco, es buena idea dejarlo un rato sin pañal, se sentirá cómodo y a gusto.


Diferencias a la hora de mantener la higiene en niños y niñas


Por otro lado hay que diferenciar si hablamos de niños o de niñas ya que los cuidados no van a ser iguales. En el caso de las niñas la higiene se debe realizar siempre de adelante hacia atrás, a fin de evitar que la vagina se infecte con gérmenes procedentes del ano. Una vez está limpia y seca podemos aplicar la crema, pero siempre por la parte exterior. Si hablamos de niños hay que llevar a cabo la limpieza cuidadosa de su pene, para ello, en caso de que no estén circuncidados, habrá que retirar la piel del prepucio y limpiar la zona, lo mejor es hacerlo en el baño ya que el agua ablanda los tejidos y será más fácil y menos molesto.

Cambiar el pañal tan a menudo como sea preciso y mantener la zona limpia y seca será en definitiva lo básico para que su higiene sea la correcta.