Cuidados, higiene y curas del ombligo del bebé

Cuando un niño nace se le corta el cordón umbilical, que hasta ahora le unía a su madre. Cuando se hace esto, se inicia un proceso que durará unos pocos días, y que condicionará de manera decisiva el aspecto de su ombligo durante toda su vida.

El médico corta el cordón umbilical del niño dejando unos 4 centímetros colgando, que se sujetan con una pinza especial.

A partir de aquí, este resto del cordón se desprenderá solo, y los padres solo tendrán que ayudar a su cicatrización correcta.

Este proceso dura como mucho 15 días, y deja una pequeña herida que hay que cuidar con un desinfectante, para que no haya infecciones.


Cómo curar el ombligo del bebé


Todos los especialistas en niños están de acuerdo en que, hasta que no se desprende el resto de cordón umbilical que el recién nacido todavía tiene, la zona del ombligo debe estar protegida. Las discrepancias se generan en torno a cómo hay que cuidarla para que se caiga lo antes posible, y sin infecciones.

Pese a que a esta diversidad de opiniones, los padres deben ser conscientes de que es necesario que sigan bañando al bebé de manera normal, pero deben prestar especial atención a su secado, ya que la humedad es un excelente caldo de cultivo de bacterias, que pueden acabar infectando el ombligo.


La higiene del ombligo del bebé


Mientras no se le cae el cordón umbilical al bebé, sus cuidadores deben mantener una estricta higiene de esta zona cada vez que le cambian el pañal, eliminando los posibles restos de heces y orina que puedan haber en la zona.

Esto implica que hay que retirar la gasa que cubre el ombligo habitualmente, y limpiar la zona con un desinfectante, que puede ser tranquilamente un simple alcohol de 70% (nunca el alcohol de 96%). Nunca usaremos yodo, ya que el niño puede absorber la sustancia por la piel, y no le será nada beneficioso.

Hecho esto, se vuelve a secar bien la zona, y a envolver el cordón con otra gasa limpia, que fijaremos con el pañal.


¿Necesita control médico el cordón umbilical?


En principio, el desprendimiento de cordón umbilical es un proceso rápido y natural, que se desarrolla sin problemas. Por lo tanto, no hace falta ir al médico por ello, si no es que los padres observan que hay algo que no funciona bien.

Un sangrado abundante, un ombligo maloliente o supuroso, y la aparición de fiebre son motivo suficiente para consultar al médico pediatra, ya que pueden ser síntomas de una posible infección.

Los padres también deben preocuparse de consultar con su médico cuando han pasado 3 semanas y su hijo todavía no ha perdido el cordón umbilical, o cuando observen algún tipo de bulto en la zona del ombligo, que puede ser desde una pequeña hernia a un granuloma. En ambos casos, el pediatra prescribirá el mejor tratamiento después de explorar al pequeño y hacer una valoración del problema.