Los cólicos en los bebés

Es una experiencia por la que casi todos los padres acaban pasando, raro es el bebé que no sufre algún episodio de cólicos en sus primeros meses de vida. No es un problema grave de salud, son más bien episodios de llanto continuado, aproximadamente de tres horas al día, que se producen tres o más días a la semana por un periodo que puede comenzar a partir de las tres semanas de vida y prolongarse hasta pasados algunos meses.

Lo desesperante de los cólicos para los padres es que no saben como actuar ni que hacer para que el llanto de su bebé se calme.

Lo primero es descartar que haya algún problema de salud grave, el pediatra será el que nos saque de dudas si se diagnostican cólicos se podrán seguir una serie de recomendaciones, aunque lo más importante será la comprensión y paciencia de los padres.


Los cólicos suelen darse a última hora de la tarde


Los cólicos suelen darse siempre a la misma hora, normalmente hacia el final del día. El bebé pasa por momentos en los que está más sensible, bien sea por la adaptación al nuevo mundo en que está viviendo, por los gases, por la alimentación… No hay un motivo claro, de hecho puede ser una combinación de varios factores. El caso es que lloran y lo que sí parece claro es que una actitud negativa, ansiosa o deprimida a su alrededor no hará más que agravar la situación.

Cada bebé es un mundo, por eso cada uno se calmará de diferente manera, serán los padres los que deberán encontrar la fórmula para minimizar en lo posible estos cólicos. Pese a todo existen una serie de pautas que se pueden probar y que suelen funcionar en mayor o menor medida.

Si al bebé se le da leche materna la madre debe evitar alimentos estimulantes, que provoquen gases o que puedan ser susceptibles de alergias. En el caso de la leche maternizada se puede probar cambiando la marca. Los medicamentos pueden provocar también estás molestias por lo que habrá que controlar bien lo que se toma. La forma de alimentar al bebé suelen tener mucho que ver con los cólicos, puede que la tetina del biberón sea demasiado grande o demasiado pequeña y el bebé coma muy deprisa o trague mucho aire.


Un bebé siempre necesita nuestra atención durante los cólicos, no hay que dejarlo llorar en la cuna


Junto a estas pautas generales durante los cólicos el bebé necesita nuestra atención. La mayoría de ellos se suelen calmar en brazos de sus padres, preferiblemente con su estómago apoyado en el brazo mientras se le acaricia la espalda. Otros prefieren ser mecidos y hay bebés que se tranquilizan con un ruido constante y monótono, por ejemplo el de la lavadora. Cantarle y acunarle suele ser efectivo.

Serán los padres los que acabarán descubriendo que es lo que tranquiliza a sus hijos, de todas formas los cólicos son una etapa pasajera que acaba desapareciendo en torno a los tres o cuatro meses de edad. Pese a ello habrá que estar atento y vigilar que el bebé crezca feliz y sano y gane peso, si no es así o si la pauta del llanto cambia o permanece más tiempo del considerado normal será necesario acudir al especialista.