El vínculo afectivo de padres e hijos

La existencia de una relación afectiva entre padres e hijos es muy importante para el desarrollo del pequeño y para que tenga una autoestima alta, entre otras cuestiones. Por ello, desde que son muy pequeños, sus papás deben trabajar en crear estos lazos de afecto, cariño, comprensión, apoyo y respeto.

De hecho, será en sus primeros años de vida cuando empiecen a forjarse estos vínculos con sus padres y hermanos y si desde entonces se crean buenas relaciones emocionales, esto les influirá significativamente en su vida.

Según afirman algunos estudios, los bebés que tienen un amplio y cercano vínculo con sus madres se sienten más arropados y eso les ayuda a confiar más en los demás y a tener menos dificultades a la hora de relacionarse con los demás y entablar amistades.


La relación entre padres e hijos influye mucho en la autoestima de los pequeños


En los casos en que existe una relación de confianza y cariño, los niños se sienten queridos e importantes, ya que saben que cuentan con el cariño de sus padres, por lo que tendrán mayor confianza y seguridad en sí mismos también. Además en el momento en el que tengan algún problema o inquietud recurrirán a sus progenitores para que le ayuden y sin duda, son muchos los padres que se sienten satisfechos cuando con el paso de los años siguen observando que son un importante punto de referencia para sus hijos.

Sin embargo, también es fundamental destacar que estos lazos no sólo se crean cuando los padres alaban los buenos comportamientos de sus hijos, sino que, aunque reconozcan lo que hacen bien, también deben ser ellos los que les indiquen cuándo o en qué se equivocan y enseñarles el camino correcto. Y es que, a pesar del amor que padres e hijos se profesan, es importante que también sean los que, basándose en esa relación de confianza, les digan si no están haciendo algo bien, siempre con el objetivo de ayudarlos a mejorar.


Muchos padres no saben dar un buen apoyo emocional a sus hijos: hay que aprender a hacerlo


Aun así, y a pesar de la importancia de estos vínculos afectivos, algunos informes realizados a nivel nacional indican que un cuarenta por ciento de la población española afirma no haber tenido ese vínculo tan importante con sus padres durante su época infantil. Este porcentaje, bastante amplio, afirmó no haber disfrutado de una relación de cercanía y apoyo con ningún adulto y reconocían que se sentían inseguros y que nadie se preocupaba por su futuro. En cambio, el porcentaje restante sí manifestó en dicho informe que esa relación o lazos afectivos con sus padres les había ayudado considerablemente conforme habían ido creciendo, especialmente en sus relaciones con los demás.

Por todo ello, es importante que desde que son recién nacidos, los padres mimen a sus bebés, les abracen, besen, que exista un contacto con ellos, ya que, aunque aún son muy pequeños, sentirán esa cercanía. Asimismo, conforme vayan creciendo, no deberán dejar de mostrarse cariñosos con ellos y también demostrarles esa atención e interés por ellos, ya sea, escuchándoles, intentando darles soluciones cuando tengan algún problema e incluso ofreciéndose a ayudarles. Del mismo modo, los niños conforme vayan creciendo, como lo han hecho en dicho entorno, también se comportarán de forma cercana con sus padres y los verán como figuras importantes en su vida, no sólo de pequeños, sino para siempre.