Protección solar para toda la familia: al sol con los niños

Es muy importante que todos, tanto mayores como pequeños, estemos bien protegidos de los rayos solares, para evitar quemaduras e incluso enfermedades de mayor envergadura. Aún así, son los niños los que están más indefensos y es que, la mayoría de las personas, recibimos aproximadamente un 50 por ciento de las radiaciones solares durante la etapa infantil.

Por ello, es tan importante que estén protegidos, además de que su piel es más sensible y produce menos melanina.

De este modo, será aconsejable seguir una serie de indicaciones para evitar lamentarnos después. Sin embargo, es cierto que es difícil convencer a los pequeños de que se metan bajo la sombrilla. Ante ello, se seguirán estrategias para que, a pesar de que disfruten jugando y bañándose, estén adecuadamente protegidos.


No hay que exponer al sol a los bebés al menos hasta los 6 meses de edad


En cuanto a la utilización de protectores solares hay que tener en cuenta ciertos aspectos. En cuanto a los bebés, no se les pondrá hasta que no cumplan seis meses y una vez entonces lo mejor será optar por cremas solares indicadas especialmente para la piel del bebé, es decir, de la línea específica infantil. Por otro lado, habrá que apostar por las que sean resistentes al agua, ya que los pequeños están continuamente dándose chapuzones y así no perderán la protección en el primer baño. También deberán ser de “amplio espectro” que significa que protegerá, tanto de las radiaciones UVA como las UVB.

En cuanto al factor será, en niños menores de tres años, igual o superior al FPS 30, aunque habrá que tener en cuenta también su fototipo de piel. Asimismo, habrá que comprobar si la marca elegida no provoca reacción alérgica en la piel del pequeño. Para ello, se le colocará un poco y con cuidado en alguna zona del cuerpo como la cara y comprobar si se produce irritación o enrojecimiento. Si es así, lo más conveniente será acudir a un especialista o a su pediatra para que aconseje a los padres qué hacer, cómo actuar.

Asimismo, además de la crema elegida y no en caso de niños muy pequeños, será conveniente utilizar un fotoprotector complementario a base de óxido de zinc, que bloquea muy eficazmente el sol. Sería sobre todo para zonas especialmente sensibles como la nariz, la parte alta de las orejas o los hombros.


Hay que poner crema a los niños cada 2 horas ya que a partir de las dos horas la protección solar decae y no es eficaz


También será importante colocarle la crema por todo el cuerpo al pequeño, incidiendo en estas zonas, y renovando la protección cada dos horas. Sin embargo, a pesar de que estén protegidos, se evitará estar bajos los rayos del sol con los pequeños, entre las 11:00 y las 17:00 horas.

Por otro lado, será importante elegir una ropa adecuada, así como complementos que sirvan de protección. La ropa elaborada con tejidos que entrelazan las fibras de forma tupida ofrece mayor protección, así como la ropa de algodón, que además permite la transpiración. En cuanto a los complementos, no hay que olvidar gorros, sombreros, viseras… e incluso gafas de sol homologadas para los pequeños. Es importante también que el sol no haga daño a sus ojos, que también son muy sensibles.

Por último habrá que prestar atención y evitar superficies y lugares que reflejen la radiación solar, como la arena de la playa o la nieve, por lo que en la montaña y en la playa se aumentarán las medidas de protección.