Son muchos los niños que quieren tener un teléfono móvil y que se lo piden a sus padres cada vez. Y es que, en una sociedad donde a su alrededor esta herramienta de comunicación ha tomado tanta importancia, ha provocado que los pequeños también quieran tenerlo. Muchos niños justifican este deseo porque quieren hablar con sus amigos, vecinos o familiares, para descargarse juegos, navegar por Internet… pero es importante que los padres controlen el uso que hacen de este aparato.
Y es que, es fundamental que los padres tengan en cuenta si realmente lo necesitan, el uso que harán de él, que controlen el gasto, así como otras cuestiones.
Aun así, es cierto que, para algunos padres, que sus pequeños tengan un móvil puede servirles para estar más tranquilos sobre dónde están o con quién, así como en aquellos casos en que tengan algún problema o necesiten algo.
¿A qué edad se puede tener un móvil?
En cuanto a la edad, se recomienda no comprar un móvil a un niño hasta que haya cumplido entre los catorce y dieciséis años, ya que será entonces cuando puedan darle un uso útil. Y es que, aunque hay padres que incluso antes de los doce años le facilitan un teléfono móvil a sus pequeños, lo mejor será que, a esta edad, en vez de tener uno propio, cuando lo necesiten, hagan uso del móvil de su padre o madre para cuestiones concretas.
Además, la adolescencia es un momento complicado, ya que, los niños suelen volverse más rebeldes, desear más independencia y autonomía y por ello, en este margen de edad, ya se han dado casos de adicción al teléfono móvil. De este modo, los padres tendrán un papel muy importante, hablar con sus hijos, consensuar el momento adecuado para que empiecen a usarlo, así como explicarles su uso y el objetivo del teléfono como utensilio de comunicación y no para navegar por Internet, jugar…
Asimismo, cuando ya tengan la edad adecuada, habrá que controlar el gasto y hacerles entender que deben ser responsables a la hora de usarlo e incluso, para ello, será útil que si el niño tiene paga mensual contribuya con parte de ella para el pago de la factura. De este modo, entenderá que debe utilizarlo para lo imprescindible.