Sonambulismo en niños

El sonambulismo es un trastorno que afecta a niños y mayores, y que provoca que quien lo sufre se despierte por la noche y, en un estado de media somnolencia, haga cosas que luego no recuerda haber hecho. Hay personas que llegan a salir a la calle sin darse cuenta.

Una de las cosas que más llama la atención cuando estamos en frente de un sonámbulo son sus ojos muy abiertos y su mirada fija.

También es normal que le hablemos y que no nos conteste, o como mucho emita sonidos sin sentido.

Si nos encontramos con un sonámbulo, lo mejor que podemos hacer es no alterarlo, y guiarlo de vuelta a su cama, sin intentar despertarlo.


Las causas del sonambulismo infantil


La mayoría de niños que son sonámbulos en su infancia no lo son de adultos. El sonambulismo infantil está producido, sobretodo, por un estado de fiebre elevada o por un problema del sueño, que se regula a medida que el niño crece.

Hay que desterrar los mitos que relacionan el sonambulismo de los niños con problemas psicológicos, o físicos importantes. Es más, si el pequeño sufre episodios esporádicos de sonambulismo, no hay que darle mayor importancia. Tan solo se recomienda una consulta con el pediatra si el niño deambula dormido prácticamente cada día.


Las recomendaciones del médico


El sonambulismo no es una enfermedad que se pueda ‘curar’ con un tratamiento médico, pero sí que es verdad que el pediatra es capaz de proporcionar una serie de pautas para intentar que los niños con sonambulismo recurrente puedan controlarlo.

Lo más habitual en estos casos es que el médico recomiende a los padres la técnica del ‘despertar programado’, que consiste en interrumpir siguiendo unas pautas el proceso de sueño del pequeño.

Algunas pautas que pueden ayudar a que el niño no tenga tantos episodios de sonambulismo son relajarlo antes de acostarlo, evitar que beba antes de acostarse y procurar que siga un horario regular a la hora de ir a la cama.


Precauciones a tomar ante un niño sonámbulo


Es evidente que los padres no pueden pasarse la noche vigilando a su hijo, por si se levanta sonámbulo. Pero si que pueden tomar ciertas precauciones para evitar que este trastorno infantil tenga consecuencias inesperadas, y más graves de lo que se podría esperar.

Es sensato retirar de los lugares de paso los muebles, u objetos de decoración, que puedan dificultar su paso y hacerle caer. También es importante tomar la precaución de cerrar puertas y ventanas, ya que el pequeño no es consciente de lo que hace cuando anda sonámbulo, y puede tener un accidente, o escaparse de casa.

Otra precaución importante que deben tomar los padres de un niño sonámbulo es evitar que su hijo duerma en la parte de arriba de una litera, o que tenga cerca una escalera, por la que pueda caerse sin darse cuenta.

Finalmente, hay que concienciar a los padres de que su hijo no es un enfermo, por lo que no deben tratarle como tal, ni tampoco intentar hacerle reaccionar bruscamente.