¿Tu hijo sabe esperar? ¿Qué tal es su fuerza de voluntad?

¿A quien no le han dicho más de una vez que se controle?. Tratar de dominar las reacciones o emociones parece sencillo, pero llevarlo a la práctica a veces conlleva cierta complejidad.

Los humanos tenemos una herramienta muy poderosa para manejar nuestro comportamiento y poder conseguir nuestras metas: el autocontrol.

Una serie de habilidades que nos permiten definir un objetivo, aprender a esperar y llevarlo a cabo. Es la capacidad para poder dirigir la propia conducta en el sentido deseado.


Hasta los 6 años los niños no desarrollan el autocontrol


Los niños de 0 a 6 años no tienen desarrollado el autocontrol de su conducta, actúan por impulsos y deseos inmediatos, les cuesta inhibir su comportamiento, y ante un “No”, pueden mostrarse desinteresados o gruñones. Es una reacción totalmente normal para un pequeño ser humano que aún no tiene fuerza de voluntad.

El autocontrol no es un rasgo de personalidad, por lo que se deben evitar etiquetas y reproches a los niños. Los padres han de preocuparse por establecer las pautas adecuadas que les ayuden a desarrollar esta habilidad.

En ocasiones se observa que un niño actúa de forma descontrolada con mucha frecuencia, a pesar de crecer en edad, no presenta mayor dominio de su conducta, continúa desobedeciendo y mostrando muy poca fuerza de voluntad. En estos casos, es importante actuar tanto desde casa como en la escuela.


¿Qué consecuencias tiene un desarrollo deficiente del autocontrol?


Los niños que no son capaces de regular su conducta, suelen tener baja tolerancia a la frustración, no toleran esperar para conseguir algo o no poder conseguirlo. Muestran comportamientos impulsivos, no piensan en las consecuencias antes de actuar, sucumben a los caprichos y al camino fácil en la vida.

Sin duda, el autocontrol es una habilidad necesaria para un buen desarrollo de la responsabilidad, la constancia y la aceptación de adversidades en la vida adulta.


¿Cómo pueden los padres ayudar en la adquisición de autocontrol?


En primer lugar, es importante ser paciente ya que como se menciona anteriormente, los niños están en proceso de desarrollo y tendrán muchas equivocaciones y errores de los que deben aprender.

– Organizar el ambiente.

Los niños necesitan un entorno ordenado, con lugares específicos, rutinas y horarios. El niño debe saber qué actividades vienen después y donde se realizan para poder prepararse y comenzar a integrar una estructura.

– Definir horarios para levantarse y acostarse, pautas de aseo, límites de tiempo para ver tv o hacer los deberes, vestirse…etc

Las normas son esenciales para la vida de un niño, les proporcionan seguridad y les ayudan a regular su conducta.

– Dar órdenes claras y sencillas.

Las frases elaboradas o muy largas confunden al niño. Deben saber concretamente lo que deben hacer, que se espera de ellos. Conviene dar instrucciones sencillas.

– Poner normas y tiempos de espera.

Para aquellos niños que suelen descontrolar más, se recomienda establecer tiempos cortos de espera antes de comer por ejemplo para trabajar la impulsividad.

– Fomentar espacios de expansión

Es importante que el niño tenga espacios donde actuar más libremente como los juegos o el deporte.