El esquí no es una práctica deportiva que se pueda realizar en cualquier lugar, normalmente los niños que practican esquí lo hacen por que se lo transmiten sus padres, lo que convierte la actividad en algo familiar y divertido, asociado a momentos de ocio y relax. Esto ya supone una ventaja en si misma, el niño va a disfrutar del deporte de una forma lúdica lo que va a hacer que sea algo que haga con buena predisposición, siempre que los padres no acaben imponiendo este ejercicio sin tener en cuenta el interés del menor.
A la hora de practicar esquí lo primero es mantener contacto con la nieve y familiarizarse con ella, para ello lo mejor es empezar cuanto antes.
Desde que empieza a andar el niño va a disfrutar jugando con la nieve, tirándose por el suelo o deslizándose con ayuda de sus padres en un trineo, por ejemplo.