¿Cómo sabemos si nuestro hijo es alérgico? Si no queremos esperar a ver como reacciona ante determinadas sustancias lo mejor es realizar las pruebas o exámenes que determinarán si va a reaccionar ante los alérgenos más comunes. Es habitual que familias con antecedentes de alergias realicen estas pruebas a sus hijos para salir de dudas ya que lo más probable es que si ellos son alérgicos sus hijos también lo sean.
Los métodos para valorar si el niño es alérgico son de varios tipos, en general se habla de pruebas cutáneas, pruebas de eliminación y pruebas de sangre.
Las pruebas cutáneas son las más usuales, sencillas y cómodas, aunque eso si, no son recomendables si el niño ha sufrido ya alguna crisis grave ante el alérgeno o si tiene la piel muy seca o con eccemas. Consisten en colocar una pequeña parte de la sustancia potencialmente alérgica sobre la piel. A continuación se realiza una punción en la piel introduciendo así la sustancia. El médico observa la posible reacción que puede ser un enrojecimiento o la hinchazón de la zona, normalmente los resultados se ven al cabo de 15 o 20 minutos. La ventaja de este método es que permite comprobar varios alérgenos a la vez y sirve para los más comunes como el polen, el polvo o pelos de animales, también para valorar alergias a alimentos o algunos medicamentos.