Los beneficios del deporte infantil para la salud de los niños

Si analizamos la sociedad de hace unas décadas comprobamos como los niños al salir del colegio no iban a natación, judo, gimnasia rítmica, fútbol… se quedaban en la calle y jugaban a la pelota, a la comba o al escondite. Eran tardes y tardes de carreas, caídas e incluso peleas, el niño llegaba a casa agotado pero feliz.

Hoy en día no son muchos los niños que pueden disfrutar de estas actividades, el estilo de vida ha cambiado.

Los niños tienen gran cantidad de actividades extraescolares, no disponen de espacios físicos en la calle donde relacionarse con sus iguales y se sienten más atraídos por ordenadores, consolas y demás aparatos.


La actividad física es esencial para su salud


Pero pese a todo, la actividad física es vital para su sano desarrollo. Las horas de clase y de estudio implican sedentarismo, el niño necesita salir, moverse, dar rienda suelta a su energía y a falta de juegos en la calle lo mejor es practicar algún deporte.

No se trata solo de correr y llegar a casa agotado, el deporte promueve el adecuado desarrollo físico y psicomotor. Aspectos como la coordinación o los reflejos se potencian con la práctica deportiva. Pero además evita problemas como la obesidad, a la vez que ayuda a fortalecer huesos y músculos durante el crecimiento, minimizando enfermedades posteriores como la osteoporosis. El sistema cardio-respiratorio funciona mucho mejor y es muy positivo para problemas como el asma.

Los beneficios físicos saltan a la vista, pero hay mucho más. La práctica deportiva implica compañerismo, colaboración, auto superación, mejora la confianza en uno mismo y por lo tanto la autoestima, ayuda a los niños más introvertidos a relacionarse con los demás, es fuente de normas y conductas que enseñan a los niños a seguir las reglas, sin olvidar la creación de un hábito de vida saludable que si se inicia en la infancia se puede mantener a lo largo de toda la vida adulta, con las ventajas que eso conlleva.


Tipos de deporte


Deportes hay de todo tipo y a la hora de encaminar al niño por uno u otro habrá que tener muy presentes sus preferencias. Suelen estar muy influidos por los medios de comunicación y por lo que ven entre sus semejantes, el fútbol suele ser así el deporte estrella entre los niños. Pero sea cual sea el elegido, lo que hay que tener presente y así hacérselo saber al niño, es que el objetivo es divertirse. La rivalidad y la competitividad mal entendida puede desembocar en prácticas deportivas agresivas, alejadas de la idea sana del deporte. Muchas veces son los propios padres los que potencian estas situaciones solo con su actitud ante un partido de fútbol.

Los padres también pueden incentivar a sus hijos a que prueben modalidades deportivas que estén de acuerdo con sus características físicas. Puede que el fútbol no se le de bien, en ese caso, antes de llegar a una situación frustrante para el niño, podemos animarle a probar otra cosa, quizá sea el atletismo o la natación el deporte más adecuado. Lo importante es que el niño no se quede en casa delante del televisor, aunque haya que salir a correr con él.