Todo es nuevo, esta sería la frase con la que sintetizar las experiencias de un recién nacido. Cada persona, cada situación, cada actividad le llega por primera vez. A lo largo de su primer año de vida se va a enfrentar a un mundo que empezará a conocer yendo de lo concreto a lo general, adaptándose poco a poco y soportando mejor todos los cambios a medida que pasan los meses y se familiariza con el entorno.
No serán iguales las relaciones que establezca un bebé de un mes que otro de nueve, según vayan creciendo irán interactuando más con lo que les rodea, ampliando su círculo de experiencias.
En muy poco tiempo va a vivir un sinfín de aprendizajes pasando de comer y dormir a identificarse como un sujeto único y establecer lazos afectivos.