Un niño puede resfriarse de 5 a 8 veces al año, es realmente difícil mantenerlo alejado de los gérmenes y evitar que se constipe.
El resfriado es normalmente producido por virus y es altamente contagioso a través del aire o superficies contaminadas. Es un proceso leve que puede llegar a ser muy molesto.
Si para un adulto resulta pesado e incómodo pasar por un catarro, mucho peor lo pasan los bebés que aún no pueden expresar lo que les ocurre, ni sonar su naricita para aliviarse.
Los síntomas de resfriado son mucosidad con goteo nasal, obstrucción al respirar, estornudos, tos, malestar general y fiebre.
En el bebé recién nacido son especialmente molestos ya que le dificultan respirar y succionar, interfiriendo en la alimentación.
En realidad, un resfriado es un proceso de aprendizaje para las defensas del bebe, por lo que no es necesario alarmarse pero sí acompañarle en las molestias que conlleva y en las que es primerizo.