Sumergirse en el agua junto a su padre o su madre es una de las experiencias que más suele agradar a los bebés. El medio acuático les recuerda su paso por el útero materno por lo que el contacto con el agua es una de las mejores actividades que podemos practicar con nuestro bebé.
No se trata de que los niños aprendan a nadar antes de saber andar o tan siquiera gatear.
El objetivo de la matronatación es estimular al bebé en el agua que flota y se mueve en este medio con la ayuda de sus padres y mediante una serie de juegos que favorecen entre otras cosas su desarrollo psicomotor.
Pensemos que un bebé de cinco meses no conoce más mundo que su cuna o el carrito, sus movimientos están muy limitados todavía, pero esto no tiene porqué ser así. Con la natación le estamos ofreciendo todo un nuevo mundo en el que moverse y disfrutar, su capacidad de movimientos se amplia, adquiere las nociones de desplazamiento y distancia y todo ello mejora su coordinación.