Limpieza bucal de un bebé

La limpieza bucal de un niño es determinante para la buena salud de sus dientes, una vez sea adulto. De hecho, incluso la madre puede determinar la salud bucal de su hijo, en base a que su alimentación sea rica en calcio y fósforo, dos de los principales elementos que componen los huesos y la dentadura.

Una vez que el niño ha nacido, es esencial que se compruebe que el estado de su boca es saludable, es decir, que no tenga irritaciones, malformaciones o, incluso, dientes prematuros.


La introducción de la crema dental


La higiene que se le dispense también determinará que, tanto las encías como los dientes y huesos, se desarrollen sanos, y capaces de hacer frente a los ataques de placa bacteriana y de enfermedades periodontales.

Hay que observar que la mucosa bucal de un bebé se mantenga suave y rosada, con encías lisas y una saliva limpia y sin olor, ni sabor.

A partir de los seis meses de edad, se inicia el proceso de aparición de los dientes de leche. Aquí es cuando hay que empezar una rutina de aseo bucal que llevará a cabo la persona que cuide el bebé, pasando una gasa mojada en agua por sus encías entre toma y toma.

A medida que se haga mayor, el niño empezará a jugar con un cepillo de dientes adecuado a su edad, para irse acostumbrando a su manejo. Poco a poco, los padres le enseñarán como cepillarse y a los dos años de edad, el niño debe ser consciente de que antes de dormir debe lavarse los dientes.

La higiene bucal de un bebé pasa por la utilización de una gasa humedecida por parte de sus padres cuando es muy pequeño, el aseo con agua y cepillo y, posteriormente, la introducción de la crema dental en el aseo diario.

Hay que tener en cuenta que las cremas dentales son ricas en flúor, con lo que son excelentes para la salud dental de los niños, que necesitan este mineral para fortalecer su esmalte dental.


El efecto del azúcar en la salud bucal


Una de las cosas que más puede afectar la salud bucal de un niño es el azúcar. De hecho, hay que extremar su higiene incluso después de la toma de leche, para evitar que su azúcar produzca la llamada caries del biberón que se da en niños, incluso, antes de que tengan dientes de leche.


Consejos para la limpieza bucal de un bebé


A modo de resumen, sintetizamos los principales consejos que deben seguir los padres a la hora de establecer la higiene bucal de su bebé, a medida que va creciendo.

– Desde el nacimiento, se limpiarán las encías una vez al día con una gasa húmeda o un dedal de silicona

– Cuando aparezca el primer diente de leche, la higiene bucal pasará a hacerse dos veces al día, e incluirá dientes, encías, lengua, cachetes y paladar.

– En los niños a partir de un año, se empezará a hacer la higiene bucal con un cepillo adecuado a su boca.

– Cuando ya han salido las muelas, hay que acostumbrar al niño a usar hilo dental con cera.