Sólo con escuchar el concepto de muerte súbita infantil, muchos padres se echan a temblar, ya que se trata de un suceso aparentemente incontrolable e impredecible que puede ocurrir en cualquier momento a nuestro bebé. Por ello, conviene estar bien informado y seguir las recomendaciones que tenemos a nuestro alcance.
El síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), sucede a bebés menores de 1 año y consiste en la muerte repentina, generalmente mientras duerme sin signos de sufrimiento.
Se presenta en niños aparentemente sanos por lo que los padres reciben un gran impacto emocional. La edad en la que más frecuentemente se presenta es de 2 a 4 meses.