La leche materna presenta múltiples ventajas que hacen de ella el mejor alimento que se le puede dar a un recién nacido. A través de ella la madre le pasa al niño no solo los nutrientes que necesita, sino aquellos anticuerpos que va a necesitar para no tener problemas en sus primeras semanas de vida.
Son muchos los estudios que se han hecho al respecto, si el bebé se alimenta con leche de su madre en su primera hora de vida se reducen las posibilidades de muerte súbita así como el riesgo de padecer diarreas y otras infecciones que pueden resultar fatales para un recién nacido.
La leche materna actúa así como una primera vacuna evitando más del 20% de las muertes neonatales.