Niños con hermano hospitalizado

Tener un hijo en el hospital es una de las situaciones más duras para los padres, en esos momentos todas nuestras preocupaciones y atención se centran en el niño que está hospitalizado, tanto que nos podemos llegar a olvidar de que hay otro niño en casa que también está asustado y necesita nuestro amor y cariño.

El niño que tiene un hermano en el hospital, en función de su edad entenderá en mayor o menor medida qué es lo que sucede, lo que sí será habitual será que cambie su comportamiento, debido por un lado al miedo y la preocupación que siente por su hermano y por otro a la falta de atención que en esos momentos recibe de sus padres.


Cada edad necesita una explicación diferente adaptada a su comprensión


Cuanto más pequeño sea el niño, más complicado va a ser que entienda porqué sus padres y su hermano no están en casa.

Los padres deberán esforzarse por hacerle entender en la medida de lo posible la nueva situación. Lo más importante en todos los casos será no mentir al niño, se sentirá mucho mejor si cuenta con la confianza de sus padres y entiende el porqué de los cambios que hay en casa. Para ello deberemos responder a todas sus preguntas y si es posible hacer que visite a su hermano, al menos una vez a la semana. Si esto no es posible podemos hacer que mantenga la comunicación mediante dibujos, cartas o llamadas.

Si es un niño más mayor comprenderá mejor la situación y podremos ser más claros al explicarle el problema, seguramente se sentirá triste pero siempre será mucho mejor a vivir engañado y acabar descubriendo por su cuenta una dolorosa verdad. Además los niños más mayores pueden suponer una gran ayuda para los padres, podrán ofrecerse apoyo y cariño mutuo para superar estos duros momentos.


Hay que redoblar nuestro cariño hacía el hijo que se queda en casa


Junto a hacer comprensible la situación para nuestros hijos y resolver sus dudas, deberemos esforzarnos en que el tiempo que pasemos con ellos sea lo más productivo posible. Habrá que redoblar las muestras de cariño y prestarles toda nuestra atención intentando que la preocupación por el hermano y el hijo hospitalizado no ocupen todo el tiempo que pasemos juntos. Así deberemos ayudarles con los deberes, preguntarles qué tal ha ido el día, compartir una comida o una película, leer un libro o realizar cualquier actividad en la que ellos sientan que pueden seguir contando con nosotros, por eso será importante que al menos un ratito al día uno de los dos padres esté en casa con su hijo.

Toda esta situación es una gran fuente de estrés para la familia, por ello no está demás en los casos más graves contar con la ayuda de un profesional que puede ser muy útil tanto para los padres como para los hijos. De todas formas los padres deben pensar también en si mismos, entre el tiempo que dedican a uno y otro hijo deben dejar un hueco para ellos mismos. Dormir suficiente, alimentarse bien y contar con el apoyo de familiares será imprescindible para que puedan seguir prestando la atención que requieren sus hijos.