Cómo descubrir el talento y habilidades de nuestros hijos

En cuánto vemos a nuestro hijo de pocos meses aporreando con pasión un piano, cogiendo un pincel o lanzando con fuerza una pelota ya nos imaginamos que tenemos ante nosotros al mejor compositor, pintor o futbolista de la década. Pero es cierto que más allá de la pasión paterna, cada niño tiene un talento o una habilidad concreta que los padres deben descubrir e intentar potenciar.

El talento sería esa cualidad por la cual el niño desarrolla una actividad de forma sencilla, sin que le cueste esfuerzo y que además no se realiza de forma casual si no que lo puede repetir una y otra vez.

Sería ese niño virtuoso con un instrumento musical o con talento para practicar algún deporte.


¿Cómo identificar los talentos o habilidades innatas de nuestros hijos?


Identificar estos talentos es fácil si se observa al niño, tanto en casa como preguntando a los educadores, pero para que pueda salir a la luz el contexto debe ser propicio. Desde que son pequeños los padres deben proporcionar a sus hijos el mayor número de estímulos posibles. Es bueno que el niño tenga juguetes musicales, libros, pelotas, pinturas, coches, construcciones… Esa variedad de opciones le permite elegir y enseguida porqué se decanta más.

Pero no pensemos solo que ese talento especial es lo único que debemos potenciar, ya que no todos tendremos un Mozart o un Nadal en casa. Todos los niños tienen habilidades que les hacen destacar en un área concreta, puede que a nuestro hijo se le de muy bien montar y desmontar cosas, que sea un líder nato, que muestre una especial sensibilidad hacia los demás o que tenga una capacidad de expresión por encima de lo normal. Todo ello son habilidades que los padres deben potenciar ya que van a ser muy útiles al niño en su desarrollo. Por tanto no se trata solo de fijarse en aquello concreto en lo que destaca, hay que observar también su forma de ser y de comportarse con el resto para identificar sus fortalezas.


Cuidado con sobre-descubrir a nuestros hijos


Hay ocasiones que en el afán de descubrir a un pequeño genio los padres acaban apuntando a sus hijos a un sinfín de actividades extraescolares. El niño debe tocar un instrumento, a la escuela de música, también debe practicar natación y fútbol, al polideportivo, no hay que olvidar los idiomas, a la academia. El niño ve como se sobrecarga su agenda y quizá lo que le guste sea subirse a un escenario y cantar o hacer problemas de matemáticas, cosas para las que acaba no teniendo tiempo y desaprovecha ese potencial.

Por lo tanto no solo hay que observar a los niños y hacer lo que pensamos que es mejor, también debemos escucharles, puede que le guste tocar el piano pero prefiera invertir su tiempo libre en otra actividad para la que realmente se siente dotado. En caso contrario los niños irán de clase en clase abandonando disciplinas ya que ninguna de ellas le atrae realmente. Observarlo, comprenderlo y escucharlo serán las claves para no equivocarnos y saber descubrir donde está el talento de nuestro hijo.