Más del 75 % del aprendizaje de un niño pasa por su visión. Sin ver, es difícil para los más pequeños aprender qué hacer y cómo actuar, por lo que gran parte de su desarrollo social y motor depende de sus ojos.
Según algunos estudios, uno de cada cuatro niños españoles padece algún problema en la visión, aunque no siempre es fácil para los padres descubrir que su hijo no puede ver adecuadamente, ya que los niños no son capaces de expresar sus carencias visuales, de hecho, ni siquiera son conscientes de lo que ignoran, sino que tienden a pensar que el mundo es tal y como lo perciben sus ojos.
El problema se agrava, cuando el niño todavía no habla, ya que ni siquiera puede indicar si presenta algunas molestias en los ojos.