El aprecio que cada uno tiene hacia si mismo, así se puede definir a grosso modo la autoestima, y como tal puede ser positiva o negativa. Cuando se habla de este término se suele pensar en jóvenes o adultos. Decimos que una persona tiene una alta autoestima o por el contrario que no se quiere a si mismo.
Pero esta visión personal del propio ser se manifiesta desde muy corta edad.
Antes de nacer el bebé tiene ya en su carga genética una serie de rasgos que definirán su personalidad y el ser más propenso a una u otra actitud, pero será fundamentalmente su entorno el que le ayude a definir su propia imagen.