Los padres pueden pensar que su hijo no puede padecer dolor de espalda porque aún es muy niño. Pero los cambios en nuestra forma de vida influyen directamente en que los niños puedan ser propensos a padecer éstos problemas. De hecho, los estudios demuestran que casi la mitad de los alumnos de secundaria e incluso muchos casos de primaria, son propensos a tener dolor de espalda en algún momento.
Nunca es demasiado pronto para empezar a cuidar la espalda.
Es importante identificar a tiempo la existencia de alguna patología que pueda provocar el dolor ya que una prevención temprana será la clave para lograr conservar una espalda sana y poder evitar que se vuelva una dolencia crónica en la vida adulta.