Embarazo: cómo aliviar el dolor de espalda

Es una de las peores molestias para las embarazadas, la zona de la espalda, desde los hombros y el cuello hasta el coxis, concentra gran parte de los dolores que se sufren durante la gestación. Es una molestia que suele ir a más según pasan los meses debido al aumento del tamaño de la barriga.

Entre los múltiples cambios que sufre el organismo de la gestante se encuentran los de la columna.

Para soportar el aumento de tamaño a nivel abdominal la columna debe realizar un sobre esfuerzo y se híper extiende. Cambia por tanto la postura de la mujer, su centro de gravedad se desplaza para evitar que por esa ‘sobrecarga’ caiga hacia delante. El torso se va hacia detrás y la mujer adopta un caminar característico que le ayuda a mantener el equilibrio.


Más de la mitad de las embarazadas sufren dolores de espalda


Todos estos cambios acaban por afectar a nuestra espalda, y es que, pese a que el cuerpo de la mujer está diseñado para ello, esta nueva posición acaba causando molestias a más de la mitad de las embarazadas.

En el hecho de que la espalda duela más o menos tiene mucho que ver el estado físico de la embarazada. Una mujer con una vida activa, que practique deporte a diario y no tenga problemas de peso va a tener muchos menos problemas que otra que lleve una vida más sedentaria. La razón es sencilla, la actividad física ayuda a mantener fuertes los músculos dorsales y lumbares, que son los que van a tener que estirarse y soportar cada vez más peso. Si la zona está fortalecida y se mantiene activa, también durante el embarazo, los problemas van a ser mucho menores.


Ejercicio y masajes para evitar o disminuir el dolor de espalda en el embarazo


Por tanto, la solución para minimizar en lo posible estas molestias va a ser mantener la zona activa. Los ejercicios tradicionales para mantener tonificada la zona del abdomen, como son los abdominales, no son recomendables a no ser que se hagan bajo supervisión de un experto, pero hay muchos otros que se pueden realizar sin problemas. La natación es el deporte estrella para la embaraza, ayuda a tonificar todos los músculos y además el contacto con el agua favorece la relajación y ofrecen sensación de ligereza. En las clases de preparación al parto se enseñan también ejercicios que se pueden realizar en casa para aliviar las molestias. Uno de los más efectivos consiste en colocarse a cuatro patas y caminar o realizar en esta misma posición ejercicios de estiramiento de la espalda.

Además del ejercicio, los masajes son también un gran aliado de la embaraza con este problema. El masaje no sirve solo para relajar si no que ayuda a crear masa muscular fortaleciendo por tanto la zona. Un buen profesional será de gran ayuda para el embarazada, especialmente si se realizan los masajes desde el principio del embarazo, aunque eso sí, teniendo un cuidado especial en la zona del abdomen y vigilando la postura.

Precisamente la postura es otro de los aspectos que habrá que cuidar. Sentarse correctamente y no permanecer mucho tiempo en la misma posición es básico para evitar molestias. Todo ello sin olvidar el necesario reposo, la mujer embarazada debe descansar cuando su cuerpo se lo pida, de lado y en posición fetal será como más cómoda se encuentre.