Cardiopatías congénitas en bebés y niños: diagnóstico y tratamiento

Los problemas en el corazón son mucho más frecuentes de lo que puede parecer y pese a que, a priori, el saber que nuestro bebé sufre de una cardiopatía congénita, ésto es, formada ya desde antes de nacer, es fruto de una gran preocupación, los avances de la medicina ofrecen grandes garantías de que el niño va a poder llevar una vida normal.

El corazón se forma en torno a la semana cuarta del embarazo, comienza siendo una estructura tubular que poco a poco dará paso a las cavidades auricular y ventricular y a las cuatro válvulas encargadas de hacer fluir la sangre.

Los motivos por los que algo falla en este proceso son en gran parte desconocidos, no hay una causa concreta, pero sí que hay factores que pueden propiciar una malformación del corazón.


Causas de las cardiopatías en bebés y niños


Hay medicamentos que pueden provocar anomalías estructurales, como por ejemplo los que se suministran para tratar la enfermedad maníaco-depresiva. Enfermedades como la diabetes, el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas o la exposición a determinados agentes químicos pueden también causar este tipo de cardiopatías.

En lo que respecta a su diagnóstico es probable que no se detecte hasta después del nacimiento y es que, aunque el corazón no funcione bien, como es la placenta la que se encarga de llevar a cabo el intercambio entre dióxido de carbono y oxígeno, la dolencia solo se hará presente cuando se corte el cordón umbilical y el sistema circulatorio del bebé empiece a funcionar.

Pese a todo, gracias a los avances actuales es posible detectar cualquier posible anomalía, en concreto a través de la ecocardiografía fetal. Tan pronto como en la semana 12 es posible estudiar el corazón y comprobar que todo esté correcto. Esto va a permitir bien tranquilizar a los padres o bien estudiar cuanto antes el caso para tomar las medidas oportunas.


Tratamiento de las cardiopatías en bebés y niños


El tratamiento a seguir va a depender del tipo de malformación de que se trate. Gran parte de las cardiopatías se pueden tratar con una sola intervención quirúrgica que se llevará a cabo en los primeros meses de vida del bebé, habrá casos en los que será necesario realizar varias intervenciones, pese a todo el niño podrá permanecer en su casa entre una y otra realizando las visitas médicas que sean pertinentes.

No todas las cardiopatías van a requerir cirugía, algunas se puede tratar con cateterismo. Estos procedimientos implican el uso de un catéter, un tubito de plástico, para, por ejemplo, ensanchar un vaso sanguíneo o abrir una válvula.

También hay casos en los que la anomalía se va a tratar solo con medicación ya que son malformaciones que se irán corrigiendo por si mismas según el niño vaya creciendo. Aunque tanto en este caso como en los anteriores va a ser preciso que el niño acuda con regularidad a la consulta del cardiólogo a fin de llevar el seguimiento adecuado. El especialista a través de las radiografías, electrocardiogramas o ecocardiogramas, controlará la evolución de la cardiopatía y los efectos del tratamiento.