Primeros auxilios a los niños: ahogamiento

En ocasiones, y sobre todo cuando hay pequeños en casa, ocurren accidentes cuando menos se espera, como es el caso de la asfixia por ahogamiento, ya sea en el agua, por la ingesta de gran cantidad, porque se obstruya la vía aérea al introducir algún juguete en la boca o incluso, simplemente, a la hora de comer.

Y es que los pequeños, y sobre todo en los primeros años de vida, suelen tener la tendencia a meterse en la boca todo lo que ven y por ello, los padres tendrán que estar muy atentos a cada movimiento de su hijo. Ante ello, será importante saber cómo actuar.


Ahogamiento en el agua


En el caso de que suceda en el agua, habrá que tener presente que un niño puede ahogarse en tan sólo cinco centímetros de agua, por lo que los padres no deberán de confiarse cuando los pequeños estén en piscinas infantiles o incluso en el baño de casa. Los síntomas que presentará, en estos casos, serán: dificultad para respirar, tos o incluso vómitos, estado de agitación, así como tono azulado en la zona de la boca. Asimismo, también existen otros signos de peligro, tales como, que el pequeño no pueda llorar ni hacer mucho ruido, que su tos sea leve, que se observe cómo se retractan las costillas y el pecho al respirar…

Ante esta situación, lo primero será sacar al pequeño del agua, colocarlo de lado, en el caso de que esté consciente, ya que así se evitará la obstrucción de las vías respiratorias y mediante la tos o el vómito puede expulsar el agua que ha provocado la asfixia. Será importante controlar su respiración y pulso, así como colocarlo en una zona cálida y retirarle la ropa mojada.

En caso de que el pequeño no respire se deberán realizar dos ventilaciones, el denominado boca a boca y si se trata de un bebé (menor de un año) habrá que cubrir nariz y boca al hacerlo. En caso de que no reaccione se procederá al masaje cardiaco. Aún así, en estos casos extremos, lo mejor será avisar al teléfono de emergencias 112.


Ahogamiento por atragantamiento o ingesta de objetos


Por el contrario, si la asfixia se produce porque el pequeño ingiera un objeto o alimento que tapone la vía aérea, habrá que tener en cuenta ciertas consideraciones. En primer lugar, para evitar llegar a esta situación los padres deben evitar darles alimentos que pueden resultar peligrosos como es el caso de las aceitunas, uvas, cacahuetes o incluso trozos muy grandes del alimento que sea. También deberán evitar que el pequeño coma acostado o mientras gatea, ya que no son posiciones adecuadas.

Pero, si, a pesar de seguir esas medidas de seguridad, se produce el ahogamiento, tendrá que colocarlo boca abajo apoyado en su brazo y darle cinco golpecitos en la espalda con el talón de su mano para que el objeto salga. En caso de que no fuera así, se le colocará boca arriba, poniéndole dos dedos en la mitad del pecho, haciendo cinco compresiones rápidas hacia abajo. Si pierde el conocimiento, tendrá que proceder a la respiración cardiovascular y por supuesto avisar al teléfono de emergencias.